Recuerdo esa sonrisa, de ella, de Mayte, una sensibilidad en persona, era de muy lejos, y llegó un día para quererse, la conocí en plena calle, paseaba con su perrita, charlamos, a mí, me encantan los animales, y a partir de aquel momento comenzó mi amistad, fue todo tan bonito, un día me presentó a su esposo Rafael, a sus dos hijos, Lorenzo y Gloria, a sus nietos, Borja, Bruno, y Alodia, geniales todos como personas, y como seres humanos, esas reuniones familiares alrededor de esa mesa, ellos y yo, como si fuese de su propia familia, Mayte, era especial, auténtica, con esa forma de ser, natural, maravillosa, hacia obras de caridad, cantaba en un coro de la ciudad, le encantaba la música, el teatro, el arte en general, recuerdo, aquel día que pasamos en Madrid, saboreando esa bonita capital, sus cines, sus calles, sus teatros, el Retiro, la Puerta de Alcalá, Mayte, era feliz a mi lado, y yo al suyo, compartimos infinidad de cosas, entre ellas, la cultura, Lorenzo tenía ese sentido del humor, que le hacía ser fantástico, fueron años hermosos, bonitos, todo comenzó a cambiar, cuando esa enfermedad del olvido, domino su mente, ese centro, y sus últimos años, se fue una tarde de un verano, ante los rayos de un sol en otro horizonte...Feliz fin de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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