El hombre del traje gris, paseaba por el inmenso jardín, nadie le conocía, nadie le decía, pero observaba desde mi ventana, como era, como se comportaba, con esa dulzura convertida en encanto, sonreía alguna vez, pero paseaba por la vida sin mirar atrás, una mañana iba del brazo de una señora, se comentaba que era su mujer, se les veía con un ápice de amor, con una sensibilidad que les salía del alma, los cimos con sus dos hijos, ese hombre gris tenía una familia, unos hijos, una vida, porque ante ese misterio, que había algo que ocultaba que permanecía en ese silencio, en esa fuerza interior, se sucedieron los años, los meses, las semanas, y aquel hombre gris, ya era un anciano, sin ese traje que le marcó toda su vida, se miraba, y todo el mundo sabía que esa enfermedad del olvido, estaba en su mente, su mujer había muerto, en ese centro, sus hijos le visitaban, él sonreía sin entender, sin conocer, un día ví su entierro, había desaparecido, se fue sin dejar rastro a otro olvido encontrado...Feliz fin de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer..
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