Ese libro de un amor, de ese amor fraternal, que dejó huella en mi vida, en mi ayer, cuando conocí, a ella, a Trinidad, una señora especial, que hacía que todo fuese fácil, trabajaba de modista, en una tienda de ropa, sabía reinventarse cada día, cada segundo de su propia felicidad, cuando se enamoró de Fidel en esa iglesia, fue una mirada, y el flechazo dio paso a esa amistad, que terminó en sentimiento, fue una amor puro, con esencia de magia, de palabras de un te quiero al oído, el día que unieron sus vidas, aquella mañana de un domingo de un verano, la alegría que desprendían, esas manos que se daban, los abrazos, los sinónimos de positividad, Trinidad, era ese ángel, que caminaba por la vida, derrochando amor, pensamiento, esencia, aroma, fragancia, siempre de la mano, de Fidel su gran amor, su gran inspiración, su gran derroche de pasión, los años, la tristeza cuando partió de su lado, la soledad, hicieron que Trinidad se olvidara de los recuerdos, la enfermedad del olvido, se la llevo de su mundo, al otro mundo, para vivir eternamente con su Fidel, ese flechazo de toda la vida...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de alzheimer.
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