Aquella filosofía olvidada en la vida de Tomás, un argentino que llegó a la ciudad, para trabajar como profesor en la universidad, era todo simpatía y un buen comunicador, también tenía la carrera de periodista, su esposa, Lucía, trabajaba de enfermera en ese hospital del centro, tenían cuatro hijos, y eran esa familia unida, y pura filosofía en sus detalles, en su forma de vida, en ese hablar, en el diálogo interior, era aventureros de esos fines de semana de primavera y de otoño para pasarlo bien y muy bien en la montaña, los momentos se sucedían entre la alegría, y los espacios de otras anécdotas, con los años, en su retiro, con la pérdida de Lucía en aquel accidente, Tomás comenzó a perder memoria y a desorientarse para entrar de lleno en esa enfermedad del olvido, que le llevo a ese centro para terminar sus últimos días, olvidando su propia filosofía en algún lugar...Feliz miércoles para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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