Ese baúl que se cerró, para él, para Vicente, aquel señor, con esa vitalidad de hierro, viudo desde hacía muchos años, cuando le conocí, y con una bondad infinitas, era de esas personas adelantadas a su tiempo, que sabía situarse en el presente, y no era para nada reprimida ni cerrada, sabía ver ese vaso medio lleno, toda su vida había sido panadero en ese pueblo maravilloso, su pueblo, y cuando se retiro, con los años, se fue a vivir con sus hijos a la ciudad, su hijo, tenía una academia de baile, y disfrutaba a tope, cuando iba a visitarlo para verlos bailar, y ver el ambiente, se daba sus paseos por la ciudad, por las tardes iba al hogar del jubilado, y sabía vivir su vida, plena, emotiva, tenía dos nietas, que apostaron por la danza, y el señor Vicente, las admiraba, en su casa tenía un baúl con esos recuerdos, que para él eran imborrables, hasta que con el tiempo trascurrido, la enfermedad del olvido, sus días en aquel centro, hizo que ese baúl, se cerrase para siempre, me queda el recuerdo, su recuerdo, y las gracias por haberle conocido...Feliz miércoles para los familiares y amigos de enfermos de alzheimer.
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