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martes, 29 de noviembre de 2016

QUE PUEDO DECIR DE FRANCISCO...


Que puedo decir de Francisco, aquel amigo de papá de toda la vida, con ese sentido del humor, con esas ocurrencias, con esa vida de amor, de sentimientos, con esa vida encontrada, divina en todos los aspectos de su valentía, Francisco, era un indomable del mundo, un libro abierto, un adelantado a su tiempo, con esa sonrisa en sus labios, nuestras anécdotas, esas charlas de lo divino y de lo humano, era el políticamente incorrecto de su tiempo, era rebelde sin causa, sabía ser, sabía entender, sabía permanecer, tengo tantas cosas que decir de Francisco, se convirtió en mi confidente, en mi mano derecha para todo, amante de ese deporte, de su tenis, amante de la poesía, de esa cultura, amante de cosas bonitas, novio de toda la vida, de su gran amor, Dulce, porque la llenaba de esos besos, de esa ternura, de esa dulzura, con sus tres hijas, eran esa familia, que encantaba de ver tan unida, y todo porque Francisco, era de esas personas con ese don especial, con esa maravilla para ser feliz, con la enfermedad del olvido, para Francisco, fue como ese mazazo, como esa sensación de no saber, de no entender, se fueron sus recuerdos de su mente, su fue su sonrisa de sus labios, pero quedo la esencia, en sus formas, en sus últimos días en ese centro, porque Francisco, será ese hombre inolvidable, que fue como un confesor en mis tiempos de otro azúcar...Feliz martes, para los familiares, y amigos de enfermos de Alzheimer.

LA SEÑORA MARIBEL...


La señora Maribel, modista toda su vida, en aquella tienda, la recuerdo, con esa tierna mirada, fueron tantos momentos a su lado, con ese optimismo por todo lo que le sucedía, era un libro abierto, de experiencia, era un encanto en su esencia, llegó un día de muy lejos, y se quedó en nuestra ciudad, fue bien acogida, porque Maribel se hacía querer, lo hacía todo fácil, lo hacía todo con esa sencillez, con esa alegría, con ese toque de humor, era la esencia caminada, cuando se enamoró de Fran, ese buen hombre, esa simpatía personificada, los paseos, su boda, ese primer hijo, la hija, los mellizos, los años, su trabajo que le encantaba, Maribel, era de esas personas que se quieren tener en el círculo de amistades, porque era la vitalidad, era la fragancia en su vida, le encantaba de leer, cuando llegaron sus nietos, fueron los que animaron todavía más su existencia, era correcta, nunca hacía daño a nadie, la señora Maribel, era ese ser inolvidable en todos los poros del cuerpo, cuando llegó a su vida, la enfermedad del olvido, las cosas cambiaron, porque ella misma cambio, sin saber quien era, sin comprender el porque de aquel olvido, llegó de lejos, y se sentía tan cerca, se fue rodeada de ese cariño, de ese amor, y hasta la maravilla en forma de mirada, la hizo estar tranquila, porque con esa dulzura que todos le dimos, sus últimos días fueron esa paz, esa calma, en otra espiritualidad...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

domingo, 27 de noviembre de 2016

UN REGALO INESPERADO...


Un regalo inesperado, en esos días de un invierno, la Navidad se acercaba, Nicolás, era un señor en todos los términos de la palabra, tenía la sencillez en sus palabras, en sus echos, ese regalo inesperado, fue conocer a María la mujer de su vida, en aquella boda, que fue como calidad de padrino, y en ese baile, bailo toda la vida, porque se amaron con locura, Nicolás la quería, la amaba, hasta los límites de la saciedad, se casaron una fría mañana de febrero, cercano el carnaval, tuvieron cuatro hijos, Cristóbal, Blanca, Maria y Amália, eran su razón de ser, de existir, un regalo inesperado, siempre había sido así, el amor le acompañó el resto de su existencia, Nicolás, toda su vida, había sido director de un banco, porque en aquellos años, uno tenía ese trabajo para siempre, Nicolás era un viajero, había estado meses de vacaciones cuando ya estuvo retirado, era una dulzura en sus momentos, en su existir, lo hacía todo de una manera especial, aquel regalo le marcó hasta que la enfermedad del olvido, le hizo dejar todos aquellos recuerdos, sus últimos años, esos paseos, y la esencia de ser una persona inolvidable...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

EN LA CASA DE GLORIA...


En la casa de Gloria, aquella amiga de la abuela, una señora diez, en un universo con las puertas abiertas, era de esas personas que se querían de inmediato, tenía esa generosidad, esa forma de ser tan auténtica, era una adelantada a su tiempo, en su momento, enamorada de la experiencia, de la vida, de los motivos, y de su Jesús, siempre a su lado, con esa filosofía de vida, Gloria era una persona única, le gustaba de coser, de bordar, la recuerdo en su salón, junto a la abuela, las dos con la costura, y la novela de la radio de fondo, eran esos tiempos de azúcar, eran esos días de las reuniones alrededor de la mesa camilla, yo era muy niña, pero cuando fuí más adolescente, le contaba mis historias a ella, me escuchaba, me daba consejos, era un buena mujer, sabía ser en cada segundo, Gloria lo hacía todo fácil, realmente fácil, tenía tres hijas, Teresa, Gloria y Erika, todas ellas excelentes personas, y cinco nietos, Carlos, Angela, Maika, Carola y David, formaban una familia idílica, en esa casa de Gloria compartimos infinidad de horas, de sonrisas, de renacer de los sentidos, con los años, con el tiempo, la enfermedad del olvido llego a su vida, se dejo de la nada, se dejo de ella misma, en ese centro paso sus últimos años, y camino un día a esa esperanza llamada alma...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

sábado, 26 de noviembre de 2016

EL ABUELO DE RAFA...


El abuelo de Rafa, Don Gumer, un señor diez, en un mundo diez, era único, mi amigo Rafa, estaba orgulloso de ser su nieto, era todo simpatía, derrochaba esa vitalidad, con su familia, con sus hijos, con sus nietos, toda su vida, había sido periodista, en un periódico de primera plana, en la ciudad de los rascacielos, era natural de Pamplona, con ese bigote que le hacía ser más especial todavía, era el genio en mayúscula, un libro abierto de su propia vida, Rafa paseaba con él por ese paseo, con la inmensidad de su propio sol, le quería tanto, le admiraba tanto, recordaba ese día en esa playa, con esa vitalidad, su razón de ser, Don Gumer, era un adelantado a su tiempo, era un hombre con ese mundo a sus espaldas, a su Pamplona, lo anhelaba, hablaba maravillas, Don Gumer, era de esos señores, que era todo un señor, amaba a su gran amor, Amalia, a sus dos hijas, a sus nietos, Rafa y Daniel, tenía una vida que era un libro abierto, una aventura, con la enfermedad del olvido en su mente, Don Gumer, fue un hombre inolvidable, con su partida, Rafa y yo, mi gran amigo, fue nuestro talismán, para ser emprendedores de nuestra vida, de nuestro inolvidable recuerdo...Feliz sábado, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

MIS DÍAS CON CÁNDIDA...


Mis días con Cándida, aquella buena señora, a la que conocí en ese taller de costura a mis dieciocho, era especial, era una modista considerada, con su vida en la casa, de esa gran ciudad, con su marido Mateo, su hijo, Héctor, los sueños encontrados de su propio rumbo, era una maravilla de persona, de ser humano, con esa claridad en sus pensamientos, en sus sentimientos, era la luz en otra penumbra, sus años de modista, lo que le llenaba, lo que le hacía ver la realidad de los momentos, ese silencio ante la tela, ante el vestido por hacer, era ese libro de experiencia, ese libro abierto sin dudas, con un amanecer, con ese sentido a su vida, con Mateo era esa alma gemela que se encontró una vez y ya no se separó, era ese baúl de recuerdos, en un sólo recuerdo, mis días con Cándida, eran tan mujer de su tiempo, tan auténtica, con esa filosofía de su propia vida, mis anécdotas, mis realidades, mis charlas de lo divino, de lo humano, fue esa enfermedad del olvido a sus noventa, la que nos separó, porque ella ya no conocía, porque ella ya dejaba de ser, en ese centro, los últimos días, y mi recuerdo a Cándida...Feliz sábado para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

jueves, 24 de noviembre de 2016

EUGENIO...


Esa mirada angelical, esa sonrisa, su mirada en nuestra mirada, los años vividos a su lado, la complicidad, la química, la sinceridad, la emotividad, cuantas horas de una felicidad compartida, se llamaba, Eugenio, era especial, de esas personas que sientan bien, que tiene un grupo de amigos encantadores, que saben lo que quieren, lo que anhelan en cada segundo de su propia felicidad, se caso por amor, con ese gran amor, Facunda, eran más que felices, sus cinco hijos, sus cinco nietos, la forma de un sentimiento, de un regalo para todos, los viajes de los dos, Facunda, era sus ojos, su luz, su ilusión, sabía ser en cada segundo, en cada minuto, los paseos por esa playa frente al mar, la filosofía de la vida, ese libro abierto de la esperanza, de la experiencia, Eugenio todo lo hacía fácil, con  esa fortaleza emocional, con esa sinceridad, con la emoción, que siempre le embriagaba, era una persona excepcional, única, lo recuerdo a cada segundo de mi vida, tan enamorado de la vida, de los sentimientos, Eugenio era él, ante todos, cuando la enfermedad del olvido llego a su mente, sus recuerdos se  fueron a esos baúl de los recuerdos, el paisaje se fue de su memoria, esa filosofía de su vida que siempre, había tenido dejo de ser, y Eugenio se fue a su mundo una fría mañana de enero, cuando el año comenzaba, cuando la fiesta era en la calle, y él con su olvido, se fue a un recuerdo de ese cielo...Feliz jueves, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

LA TÍA BASILIA...


La tía Basilia, que hermosa era, que felicidad tenía siempre, era especial, con ese brillo en la mirada, con esa forma de ser, era esa tía, más que tía, la consideraba la abuela, con esa ternura, con ese encanto, cuando nos presentó a su nuevo novio el tío, Alfredo, que felicidad tenía, eran muchos años de viuda, tenía tres hijas, Maribel, Laura, y Leticia, eran encantadoras, varios nietos, una familia de cine, la tía Basilia siempre estaba de buen humor, era tan maravillosa , lo hacía todo tan fácil, tan sumamente fácil, esa sonrisa en sus labios, nuestras charlas, aquellas anécdotas, sus días de playa, de reuniones con sus amigas, en la cafetería del centro Norte, tomando ese chocolate, siempre de la mano, con el tío Alfredo, era ese segundo amor, que le hacía ver las cosas de otro modo, de un sabor con esa palabra amor, paseaban de la mano, por la plaza del pueblo, y más tarde con los nietos, Carlos, Rodrigo, Jacob y Elisa, eran esos encantos personificados, con la enfermedad del olvido, perdió su identidad, perdió el conocer a los demás, sus últimos días en el centro, con esas lágrimas en los ojos sin saber porque, era esa tristeza de no conocer, con esa filosofía, a pesar de todo...Feliz jueves, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

LAS VUELTAS DE UNA VIDA...


Las vueltas de una vida, las vueltas de esos momentos, Fernando, un hombre bueno, un hombre que transmitía esa sensibilidad, la sinceridad en sus palabras, amigo de papá, desde hacía años, desde hacía un tiempo indefinido, las llegadas a ese casino, el color, en su mismo color, era un libro abierto, adoraba la experiencia de su propia vida, fue profesor en la universidad, sabía entender en cada segundo, en cada momento, le encantaba leer, pasar las horas, devorando los libros, era esa fortaleza en una sensibilidad, Fernando, era ese ser especial, que un día conocimos en ese bar, con su esposa, Teresa, con sus hijos, Guillermo, Fabián, y Manuel, los nietos, Carlo, Andres, Gerardo y Carla, todos ellos dejaban el encanto, en su propio encanto, las vueltas de su vida, de su propia existencia, todo lo hacía de una manera sensacional, todo lo hacía sin miradas a un pasado, era de esos seres humanos que son únicos, que son la fidelidad de lo encontrado, imaginaba, dibujaba, sabía permanecer, sabía encontrar a si mismo, el dibujo, su retiro, otros años indefinidos, y la enfermedad del olvido, ese centro, sus últimos días llenos de ese cariño, y de ese amor...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

AQUELLA AMPARO...


Aquella Amparo, era esa debilidad de ser humano, la dulzura, en su ternura, con esa simpatía que la dominaba, que le hacía ser, siempre era la misma, llegó un día a la ciudad, fue nuestra vecina, estaba con su marido, Julián, con ese amor que la comprendía, que la hacía ser en cada momento, lo hacía todo fácil, demasiado fácil, era un minuto de gloria, de su única pasión, aquella Amparo, cuantos recuerdos, cuantas anécdotas, la sinceridad, la emotividad, las palabras al oído, la fidelidad, escuchaba, sentía, emocionaba, la recuerdo, sus hijos, sus nietos, ese primer biznieto, esa alegría que invadía su ser, permanecía, se encontraba en su única inquietud, era una mujer adelantada a su tiempo, a la experiencia de su propia vida, todo lo hacía de una manera especial, llevaba esa ilusión en toda ella, le  gustaba ser políticamente incorrecta, le gustaba esa sinceridad en sus echos, en sus motivos, aquella Amparo, aquella mujer única, inolvidable, cuando le llego la enfermedad del olvido, a su alrededor, ya no era, ya nunca fue...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

domingo, 20 de noviembre de 2016

AQUELLA MIRADA PERDIDA...


Siento ese escalofrío, cuando la fui a ver a esa residencia, esa adorada tía, con ese rostro de pena, esa mirada de tristeza, pérdida en su propio olvido, pero al verme aquella mañana del mes de abril de años pasados, la fuí a ver, y me miró con esa mirada por un momento encontrada, con una triste sonrisa, me dijo, llévame de aquí, necesito tanto vuestro cariño, se me encogió mi alma, mi ser, no supe que decir, que hacer, ella tenía esa enfermedad del olvido, pero en un momento de esa lucidez, se apoyo en mi, en mi mirada, con su mirada, sentí esa tristeza interior, ese corazón, mi corazón me latía a mil, no podía hacer nada, era mi impotencia, era mi rabia contenida, estaba sóla, la dejaron sola, en esa residencia, con unos hijos, con unos nietos, no había sitio para ella, en esa casa, todo ese conjunto de encontrarse sola, la llevo a ese Alzheimer, la empujaron a las veredas de esa enfermedad, la tía, mi adorada tía, se fue en unas semanas de este mundo, con esa pena, con mi pena, que podía hacer, que podría haber echo, me queda ese recuerdo en otra sensibilidad...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

ESOS DÍAS DE NOVIEMBRE...


Esos días de noviembre, esa dulzura en las palabras, ella, Hortensia, la recuerdo a cada momento de mi vida, era especial, era esa ternura en sus momentos, nuestra vecina durante tantos años en aquella ciudad, su sonrisa, su simpatía, la serenidad, el encanto personificado, su corazón de oro, la sencillez, el amor por su marido, por sus hijos, por sus nietos, adelantada a su tiempo, a sus espacios en esos paseos, adoraba la ópera, siempre decía que le hubiese gustado ser cantante de ópera, tenía una maravillosa voz, en otoño, le gustaba sentir el viento en su rostro, le gustaba saborear ese café con las amigas en esa cafetería, era una mujer admirable, era una mujer que era ese libro abierto de la experiencia, de su propia vida, con esa forma de hablar, de ver las cosas, de ver la realidad de ese caminar, la recuerdo, contando sus anécdotas, su filosofía por la propia vida, con la enfermedad del olvido, años después, dejó de ser, de entender, esos días de noviembre desaparecieron de su propio ser, ya no conocía, ya olvido, y solo se llevo ese cariño, y el inmenso amor de su familia, en esas horas de esa oscuridad sin permanecer...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

jueves, 17 de noviembre de 2016

TODO POR ESE PADRE...


Todo por ese padre, en esos días de esa soledad compartida, Ramón, ya no conoce, ya no entiende, tiene esa enfermedad del olvido en su cabeza, Hugo, su hijo, le mira, le observa, le da esos besos, le acaricia, le abraza, y él aunque no sabe quien es esa persona que le hace todo eso, sus lágrimas caen por su rostro, y le pide perdón, sin entender el porque, Ramón tuvo una vida de aventura, de su propia aventura, fue marinero durante muchos años en la bahía de Buenos Aires, un día se vino para España, conoció a Eloísa, su adorada esposa, se casaron, vivieron en Cádiz, durante muchos años más allí nacieron sus hijos, Hugo, Carlos y Sandra, todos ellos admirables como personas, como seres humanos, Ramón, hoy esta lleno de amor, de cariño, su esposa, se fue años atrás, y cuando comenzó con esa enfermedad del olvido, el centro, sus visitas de sus hijos, de sus nietos, con esa filosofía, con esa entereza, con el motivo, con el anhelo, y ante ese amor indefinido, esos besos de todos ellos, y ese homenaje de su hijo, Hugo, el que le da esa ternura, esa dulzura, cada día, y no es amor de hijo, es amor incondicional por su padre...Feliz jueves, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

QUERIDA CARMEN...



Querida Carmen, te miro, te observo, y ya no miras a ninguna parte, estas con esa mirada perdida, estas con esa calma sin saber donde estas, ya no conoces, ya no sabes, si sientes, no lo sientes, tienes esa enfermedad del olvido en tu cabeza, y estas en esa fase terminal, que comienzas a estar mas dormida por las pastillas, y me da lástima, eres una persona tan buena, con esa sensibilidad, con tu historia, con esos hijos, tus nietos, tu marido, que está a tu lado, cuanto te recuerdo en aquellos años de mi niñez, allí en la puerta de tu casa, sonriendo, y ya con nuestras charlas, con esas anécdotas, ahora en este final de tu vida, que nadie sabe, cuando te irás, te quiero tanto, que oculto mis lágrimas en mi interior, porque me gustaría tanto verte de otra manera, verte con esa felicidad, pero no puede ser, ahora con esa enfermedad del olvido en tu mente, eres esa niña que necesitas que te cuiden, que te den ese cariño que necesitas, esos besos, que aunque no te dicen nada, quizá en esa alma, te dicen tantas cosas, querida Carmen, eres esa debilidad, y un día fuiste fortaleza, con esa mirada sin mirar, con esa seriedad sin entender, con tu osito abrazada a él, porque eres esa pequeña flor, esa pequeña niña, que un día fuiste, que un día amaste, y te quiero más que nunca porque eres un ángel, eres esa luz, que de alguna manera el destino, te convierte en sueño de tu propia vida...Feliz jueves para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

martes, 15 de noviembre de 2016

EL RECUERDO DE UN PAISAJE...


El recuerdo de un paisaje, para Abelardo, un hombre bueno, que amaba el mar, que amaba esas olas, siempre había practicado el surf, porque era un deporte que le hacía sentir esa libertad, era un hombre con esa bocanada de aire fresco, y le hacía volar, soñar, gozar, una tarde en esa playa, conoció a Martina, que también amaba el surf, juntos buscaban las olas, y compartían esa afición, tan sumamente bonita, para los dos, Abelardo, era ese libro abierto, esa experiencia por la vida, había vivido muchos años en la ciudad del Támesis, Londres, y le gustaba de jugar al bricht, a las cinco, como los buenos ingleses, se sentía un tanto inglés, era un señor como la copa de un pino, le encantaba el riesgo, no tenía miedo a nada, era un adelantado a su tiempo, a sus formas, era auténtico como nadie, sabia ser en cada momento, Abelardo, siempre fue un ser inolvidable, con la perdida de su mente, de sus aromas, de sus recuerdos, se dejo morir, hasta que lo llevaron una tarde a la playa, y vio como practicaban surf, las lágrimas saltaron a su rostro, y parecía recordar, sólo dijo, mis cenizas allí en ese mar, mi vida, mi luz...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

ESE PASEO POR EL PUEBLO...


Ese paseo por el pueblo, ella con esa sonrisa en sus labios, en esos tiempos de azúcar, se llamaba Fausta, era muy guapa, con esa belleza de los años veinte, tenía un aire de bailar el charleston, fue una adelantada a su tiempo, Fausta paseaba su amor con su marido, Bartolo, cuando fueron llegando los hijos, Nuria, Eduardo, Carol, Maika y Alberto, cinco hijos, como cinco soles, con esa picardía, con esa simpatía para con su madre, todos ellos, hicieron carreras importantes en la ciudad, y sólo venían los fines de semana, o para las fiestas importantes como la Navidad, pero Fausta, era feliz, en ese pueblo, paseaba, se juntaba con sus amigas, con sus hermanas, para arriba, para abajo, era un libro abierto, era una experiencia andante, cuantos momentos, a mí lado, cuando yo iba para el pueblo, durante los veranos, y ella seguía con sus paseos, por ese pueblo, con esa libertad, con ese ímpetu, al lado de Bartolo, el gran amor de su vida, años después, llegarían sus nietos, Mónika, Laura, Eduardo, Cristian, Mario, y Fausta, los admiraba, los quería más que ha nada en el mundo, junto a sus hijos, y el primer biznieto que llego a conocer, Carlo, era feliz, era una mujer con esa ilusión por la vida, por los motivos, hasta que muchos años después llegó la enfermedad del olvido, a su mente, y dejo de recordad, Fausta, tuvo que ser internada en ese centro, y allí paso sus últimos días, con otra inspiración, en algún paisaje del minuto compartido en alguna felicidad buscada...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

domingo, 13 de noviembre de 2016

ADMIRADA CONCHITA...


Admirada Conchita, una mujer de su época, de su momento, la observo, la miro, y ya no me reconoce, porque tiene esa enfermedad del olvido en su mente, ha sido una mujer enamorada, siempre del brazo de su Federico, un señor, con ese toque de elegancia, ahora la veo que pasea con esa chica que la cuida, tiene noventa y uno, y ya no es, lo que era en ese ayer, era un señora con esa discreción, rodeada de sus hijas, de sus nietos, de esa vida cómoda, con ese saber estar, saber permanecer, siempre la he admirado, por su forma de ver la vida, los sueños, la motivación de cada cosa que iba haciendo, admirada Conchita, hoy presa de un desierto en su alma, en otra soledad, da sus paseos, pero su mente ya no le acompaña, ya lo vuelve a ser, la observo y pienso en como es la vida, como son los sueños, como se pierden con el tiempo, con otra esperanza, admirada, Conchita, con una mirada, que ya está perdida, en los albores, de un recuerdo anhelado...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

UNA PUERTA CERRADA...


Una puerta cerrada para Manuel, enfermo de esa enfermedad del olvido, que ha borrado todos sus recuerdos, y hoy permanece en ese centro con la mirada perdida, y las lágrimas siempre que caen por su rostro, le recuerdo en esos años de un pasado, con esa vitalidad, del brazo de su esposa, Teresa, rodeado de sus hijos, de sus nietos, con esa sonrisa en sus labios, con la vitalidad en sus formas, Manuel ha sido un libro abierto de su propia vida, profesor en la universidad de matemáticas, donde le dominaba la experiencia como libro abierto, padre de cuatro hijos, abuelo de cinco nietos, una familia adorable, con él, como centro de atención, ha tenido la ilusión por todo, por su mundo, por su origen, ha sido un rebelde sin causa, un inconformista de la época, y adelantado a un tiempo, hoy Manuel sigue en la añoranza de una mente en blanco, quiero recordarlo en ese ayer, con nuestras charlas, con esas anécdotas, con la ilusión de sus momentos, de sus propios momentos...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

sábado, 12 de noviembre de 2016

DULCE CANCIÓN DE UN RECUERDO...


Dulce canción de un recuerdo, dulce canción para Asunción, una señora, una dama de su propia vida, era de Buenos Aires, y llego un año a la ciudad, como turista y ya no se fue, aquí plantó raíces, conoció a Braulio, y le cambio la vida de alguna manera, estaban tan enamorados, eran dos almas gemelas, que estaban destinadas a encontrarse, esas miradas, las sonrisas, más tarde llegaría la boda, unos años después la llegada de Enrique, su único hijo, Asunción, era feliz con esa familia que había formado, su cantar, le encantaba la música, era una enamorada del piano, estuvo años en el conservatorio, y daba clases de otros instrumentos, entre ellos el violín, era tan dulce, era tan encantadora, me gustaba cuando me contaba historias de su vida, de sus luces, de sus sombras, de sus triunfos, de sus errores, era especial, Asunción, no dejaba espacio para nada, nunca se aburría, era muy divertida, era tan llena de ternura, con esa sonrisa en sus labios, le gustaban los paseos por la playa, observando el mar, la calma, el relax, era una señora inolvidable, cuando le llego esa enfermedad del olvido, Asunción se sumió en la tristeza, en la derrota, porque ya no recordaba, se fue una mañana de invierno, y me dejo su huella, y me dejo su esencia...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

MILES DE DESTINOS...


Miles de destinos, miles de sinsabores, y sabores a un tiempo, en mi memoria, Félix, un hombre al que conocí una mañana de verano en esa playa maravillosa, junto a papá, y a partir de aquel momento comenzó una bonita amistad, entre él y nuestra familia, Félix, fue un señor como la copa de un pino, adelantado a su tiempo, como un libro abierto, con la esperanza en su alma, enamorado de las personas, de la vida, y de Cruz, su estupenda señora, de origen mexicano, luchadora de sus muchos motivos, padres de tres hijas, Sonia, Encarna y Amalia, conocer a Félix, fue quererle, era tan divertido, tan auténtico, tan único, le gustaba hablar de todo, con esa mente abierta, diferente al resto, tenía ese sentido del humor, esa filosofía de tomarse la vida, aquellos años vividos en París, la ciudad del amor, que decía siempre, su trabajo en esa ciudad, el hotel durante tantos años, donde él fue gerente del mismo, Félix, sabía ser en cada segundo de su vida, amante de la libertad, del deporte, de esas caminatas, de tirarse en paracaídas, supo vivir la existencia a su manera, con los años, con el tiempo transcurrido, su mente comenzó a deteriorarse, y ya no pudo ser, comenzó un calvario del olvido, y Félix, ya no quiso vivir, se dejo morir...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

viernes, 11 de noviembre de 2016

DULZURA INCORPORADA...


Dulzura incorporada, Manuel, un señor, un libro abierto, de su propia experiencia de la vida, de su propia vida, le quise, le cogí un cariño infinito, era adelantado a su tiempo, en su oficina, ingeniero químico, era esa alegría, con ese sentido del humor, entendía de la vida, de las sombras, de lo divino, de lo humano, su pareja, Maribel, un encanto de señora, profesora en un instituto, sus dos hijos, Manuel y Hugo, con esa forma de ser, tan espontánea, de los dos, abogados de profesión, más tarde sus nietos, Carlo, Natalia, Francesco y Pilar, todos ellos unos chicos maravillosos, con esa inteligencia especial, Manuel le gustaba de leer, de saborear la lectura en sus horas de descanso, el retiro, el homenaje en su empresa, el viaje a Monreal, unos años vividos, la llegada, esa fiesta, la boda de sus nietos, la filosofía de su propia vida, Manuel, en ese discurso en la universidad de química, los años, el tiempo transcurrido, la enfermedad del olvido en su mente, y ese adiós, sin decir nada, porque dejo de ser...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

AQUELLA LAURA...


Aquella Laura, la recuerdo, era una vitamina de cariño, en esos tiempos de fresa, llegó a nuestra ciudad, fue amiga, fue vecina, fue el encanto de una señora, con su esposo, con sus hijos, con los nietos, una familia digna de ser querida, su marido, Ramón, un poeta de la vida, de los sueños, esa sonrisa en los labios, de agradecimiento de otros sabores, sus historias, sus anécdotas, todo lo hacía fácil, todo lo hacía de cariño, de amor verdadero, Laura, se dejaba querer, se hacía querer, toda su vida había sido modista en aquella tienda, y le encantaba, era su vida, era su sueño, el coser, el hacer vestidos para sus hijas, para sus nietas, Laura, era la maravilla como persona, como ser humano, era tan natural, tan auténtica, la recuerdo, en esa boda de su nieta, Mara, con esa forma de divertirse, con los suyos, al lado de su inseparable Ramón, lo hacía todo fácil, de una manera especial, Laura, era esa belleza, interior, y exterior a la vez, sabía lo que quería, lo que le gustaba, que era el arte, la pintura, la cultura en general, era la sensibilidad y la fortaleza a la vez, con la enfermedad del olvido, unos años después, Laura, se dejo morir, porque ya no conocía, ya no se encontraba a si misma, al irse Ramón, Laura, ya no quiso vivir, sus recuerdos se habían ido, y una mañana de primavera se fue a su mundo, con el amor de su vida...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

jueves, 10 de noviembre de 2016

POR CARMELO...


Por Carmelo, por los años de aquel verano, y de muchos inviernos, amigo de papá, vecino de la ciudad, hombre campechano, como un libro abierto, un hombre con esa filosofía por las cosas bonitas, por los minutos de una felicidad compartida con Aurora, era divertido con su forma de pensar, de ver la vida, le gustaba el deporte, el tenis, amaba la poesía, era adelantado a sus formas, a sus encantos, tenía las cosas claras desde el primer momento, con el segundo de esa esencia, luchaba por lo que quería, por lo que anhelaba, por lo que sentía, era admirado, era admirable, tuvieron cinco hijos, cinco nietos, su familia era perfecta, él era perfecto, le gustaba la pintura, leer ese libro que le hacía ser, y entender, por Carmelo, ese hombre bueno, con esa bondad, con la sensibilidad en su misma fortaleza, sabía ser en cada momento, era sentimental, era auténtico, sabia ser en cada momento, todo termino, cuando la enfermedad del olvido, hizo acto de presencia, y dejo de ser, en ese centro, hasta sus últimos días...Feliz jueves, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

RECORDANDO A MAYRA...


Cuantos años, cuantos recuerdos, ella la misma de siempre, en aquel ayer, en aquellos años de un anhelado momento, se llamaba Mayra, era de esas personas especiales, que pasan una vez en la vida, la recuerdo en ese primer encuentro, en la plaza de nuestro pueblo, era una turista, que quería conocer sitios, lugares, iba de la mano de su pareja, Enrique, hicimos amistad, le gustó una casa con el paso de las semanas, y se quedo a vivir en nuestro pueblo, allí comenzó nuestra historia a su lado, Mayra, era de Santiago de Cuba, morena, realmente guapa, su esposo era de España, de Alicante, en un viaje, se conocieron y ya no se perdieron de vista, fueron años de amor, de complicidad, de momentos , de esencia, fueron años de muchas cosas, tuvieron dos hijos, Oscar y Carlos, y eran felices, trabajaban en la fábrica de aquel pueblo, y compartían simpatía, paseos, ganas de vivir, de sentir, eran únicos los dos, ella, con esa realidad, adelantada a su tiempo, él, con esa filosofía por la vida, por la sinceridad, por lo que tenía que ser, cuantos años, Mayra, era auténtica en toda ella, con los años, con la edad, comenzó a olvidar, con esa enfermedad del olvido, que la llevo a su destino final...Feliz jueves, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

LE MIRO...


Le miro, se llama Fernando, tiene esa enfermedad del olvido, en su mente, pasea cada mañana con esa chica que le cuida por la acera, parece que va en sus pensamientos, y no piensa en nada, ya no tiene capacidad para pensar, le miro, y recuerdo años vividos, años de un pasado, cuando era Fernando, ese señor amable de nuestro barrio, del brazo de su esposa, Lola, de vez en cuando con sus nietos, con sus hijos, saboreando la vida, su propia vida, su lucha, su sonrisa, la forma de ver la vida, Fernando ha sido genial, como esa bocanada de aíre fresco, con esa sensibilidad, con la manera de verlo todo, un adelantado a su tiempo, recuerdo, veinte años atrás, treinta quizá, cuando era poesía, era vitalidad, sus paseos, en las veredas de su destino, los secretos plasmados en ese cuaderno, que era su diario, abrazado con su Lola, su musa, la mujer de su vida, con sus dos hijos, Eduardo y Carlos, siempre con esa atención hacía su padre, cuantos años, cuantas ausencias, Fernando ha sido sensible, sensibilidad pura, ha sido un tipo, bueno, un buen tipo, se ha dejado querer, y ha querido a la vez, le miro, y ya unas lágrimas caen por mi rostro, porque pienso en como es la vida, y como cambia la vida, Fernando es un señor, de avanzada edad, con el recuerdo de otro libro de un diario de algún ayer...Feliz día, de mitad de una semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

DÍAS A SU LADO...


Días a su lado, momentos, esa ausencia hoy años después de su partida, María, esa bondad personificada, ese ser maravilloso y especial, el comienzo de nuestra amistad, los paseos, las charlas, nuestras anécdotas sobre lo divino y lo humano, el frenesí de su fantasía, esa ciudad, su ciudad, la llegada, ese ático, sus amigos, su marido, Félix, su espíritu de su única alma, cuanto la recuerdo, fueron muchos los momentos, de una felicidad más que bonita, su familia, sus hijas, Marta y Alba, sus nietos, Elda, Marie, Fede y Juan, su primer bisnieto, Rodrigo, esa vida anhelada, vivida, con la magnitud de lo que tenía que ser, la recuerdo a cada momento, a cada segundo, esa sonrisa en sus labios, esa trayectoria, su pasión por el teatro, por el cine, fantástica en la cultura, en su cultura, los viajes a su Málaga natal, los paseos por la arena, con el mar de fondo, le daba esa paz, esa tranquilidad, esa calma, días a su lado, inolvidables, María siempre fue genial, auténtica, con esos modales tan divínos, sabía ser, sabía ser una adelantada de su tiempo, su debilidad, Rodrigo, sus besos, los abrazos, la ternura que siempre transmitía, en su mente, la enfermedad del olvido, el no conocer, el dejarse llevar por esa depresión, porque sentía el nunca en otra lucha, su viaje hacía el paraíso de ese paisaje, junto a él, Félix, los dos unidos, para el recuerdo...Feliz día, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

martes, 8 de noviembre de 2016

LA PUREZA DE UNA MARAVILLA...


La pureza de una maravilla, Enriqueta, una señora inolvidable, que nos dejo esa huella en nuestro destino, era tan genial, con esa sonrisa siempre en sus labios, sabía ser en cada momento, con esa ternura en su interior, era el encanto personificado en nuestro circulo de amistades, Enriqueta, era natural de Madrid, llegó años antes, a nuestra ciudad, y conoció a Jacob, fue un amor a primera vista, fueron años maravillosos, la boda de ambos, el trabajo de los dos en aquella fábrica, la llegada de los hijos, de los nietos, las veladas alrededor de esa mesa camilla, en esas tardes de sol, Enriqueta con esa alegría en su manera de ser, con esa positividad al lado de su familia, le encantaba coser, y para sus nietas hacerles vestidos muy bonitos, le encantaba el cine, era una cinéfila arrebatadora, esos lunes de cada tarde, de cada semana, solía a ir con una de sus hijas, Enriqueta, de vez en cuando iba a Madrid, para saborear su ciudad, sus tiendas, las cafeterías, los teatros, decía que tenía magia, que enamoraba a quien la visitaba, era una divinidad, ante todo el mundo, y ante ella misma, con Jacob, eran dos enamorados de la vida, y de sus sueños que se hacían realidad, con los años, su esposo partió hacía ese otro mundo, y Enriqueta quedó en la más absoluta tristeza, esa depresión, en ella misma, esa ausencia que la echaba tanto de menos, y el deterioro de esa mente, que la llevo a perderla por completo, la enfermedad del olvido, apareció, y Enriqueta pasó sus últimos días en aquel centro, sin sonreír, porque en el fondo, a pesar de no conocer, quería irse al encuentro de su gran amor, y volver a ser feliz en otro paraíso, el paraíso de los dos...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

AQUELLAS CARTAS DE AMOR...


Aquellas cartas de amor, Nicolás, una persona especial, un ser maravilloso, enamorado de Luna, esa mujer que estuvo a su lado en todos los momentos de su vida, ella escribía cada semana una carta de amor, y así se fue sucediendo el tiempo, los años, ese matrimonio, los hijos, los nietos, el trabajo, el retiro, los paseos, y aquellas cartas de amor se iban acumulando en ese baúl de recuerdos, con el suceder de esos años, ella se fue, partió, y le dejo ese legado a Nicolás, que sus hijos, y sus nietos, leían y le iban leyendo, hasta, que a una edad de los noventa, esa enfermedad del olvido, para Nicolás, fue un golpe en su mente, y ya no recordar nada, pero cuando estaba en ese centro los últimos años de su vida, sus nietos, le llevaban esas cartas de Luna, él ya no las podía leer, pero cuando Sergio su nieto, se la leía, la emoción invadía en sus ojos, sin saber porque, o queriendo tal vez, cuando partió a su destino, a ese lado de su gran amor, sus hijos y nietos, decidieron escribir un libro, sobre aquellas cartas de amor, fue un éxito, fue una gran venta, y ese homenaje para Nicolás, el hombre toda una vida enamorado de ese gran amor, junto con esas bonitas cartas de amor...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

DULZURA...


Dulzura, ese ángel, esa vida plena, Tomás, un señor, un adelantado a su tiempo, el motivo para seguir por ese camino, su amor por su profesión, el periodismo, sabía entender lo mejor de esos días de esos años, políticamente incorrecto, no admitía esas leyes, le gustaba de ir a su antojo, adelantado a él mismo, no se dejaba conspirar por nada, por nadie, era genial, en sus pensamientos, en sus sentimientos, enamorado de la vida, del amor, de esa sensibilidad, era sumamente humano, cordial, era un tiempo de muchos tiempos, le gustaba el tenis, el deporte en general, era afamado en la música, el gustaba todo lo que fuera ese arte, Tomás era ese encanto, a cada segundo de su existir, con Carol, su esposa, formaron un equipo, no tuvieron hijos, pero si, dos perros, tres gatos, los animales eran su debilidad, aquellos viajes, la esencia en cada uno de ellos, las palabras tan bonitas que salían de su voz, y con los años, la enfermedad del olvido, los años sin conocer, sin saber, y su partida, con nuestro recuerdo para él...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

ESE MOMENTO DE NINGÚN MOMENTO...


En aquellos días la conocí, en mi niñez, en la sombra de ese pueblo, a pleno verano, se llamaba, Mercedes, era tan especial, tan auténtica, me gustaba su simpatía, me gustaba su forma de ver la vida, los sueños, sus sueños, porque todos los estaba haciendo realidad, lo hacía todo fácil, demasiado fácil, amiga de mi abuela, amiga de mamá, a nuestro lado, Mercedes, sonreía a cada segundo, tenía verdaderos motivos, su amor por ese marido bueno, Antonio, que la trataba como una reina, y ella se dejaba, sus hijos, sus tres hijos, Mateo, Cristóbal y Manuel, tan únicos, tan perfectos, años después sus matrimonios, ella la madrina de esas bodas, sus nietos cuando nacieron, Carlos, Sofía, Paula y Nadia, maravillosos, vivían en la ciudad, pero los veranos, eran para su abuela, que días tan bonitos, junto a Mercedes, nuestras charlas, en mi adolescencia, cuando conocío a ese chico, mi chico, era maravillosa, única, era la positividad, era la realidad, de su realidad, a los noventa, la enfermedad del olvido, se centro en su cabeza, y los recuerdos, se fueron a otro paraíso, cuando se fue, nos dejo su huella, su fortaleza, en esa magia, su magia...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

martes, 1 de noviembre de 2016

QUERIDO TÍO...


Querido tío, cuanto te recuerdo, cuanto te echo de menos, con esa simpatía, con esa dulzura, con esos paseos a la luz de una luna, en esas tardes de algún verano, eras poesía, eras ese encanto personificado que hacia que fueras, eras tantas cosas, en una sóla, el amor que le tenías a la tía, Encarna, vuestros besos cogidos de la mano, estabas enamorado de ella, fue tu amor de toda la vida, esa inolvidable boda, que me decías, el nacimiento de tus trillizos, Carlos, Bego, y Lucas, en aquellos años de una pasada guerra, tu trabajo como carpintero, eras ese brillo en la mirada, el saber de la vida, tu experiencia en esos momentos, eras el libro abierto de la libertad, un rebelde en tu propia existencia, querido tío, eras un anhelo, la maravilla de la esencia, tu esencia, eras muchas cosas, disfrutabas de cada segundo de tu vida, de cada fragancia en ese aroma, tus años en esa ciudad, por trabajo, la llegada de tus nietos, Mario y Nico, tu primer biznieto, Antonio, cuantos minutos de una felicidad compartida, querido tío, te sigo echando de menos, cuando te diagnosticaron esa enfermedad del olvido, esa trampa en tus recuerdos, dejaste de ser, te aferraste a esas lágrimas sin consuelo, perdiste tu identidad, y te fuiste a esa otra orilla, con una sonrisa en tus labios, sin saber, sin permanecer...Feliz inicio de noviembre, para los familiares, y amigos de enfermos de Alzheimer.

AQUELLA VIDA DE MARIETA...


Aquella vida de Marieta, sus recuerdos, su recuerdo, esa añoranza de esas horas de otro ayer, cuanta sonrisa, esa alegría, ella era especial, de esas personas que estas encantada de haberlas conocido, fueron los momentos, las anécdotas, la sensibilidad, esa humanidad, la dulzura, la ternura, las tardes de sol en esos veranos interminables, la llevo en mi pensar, en mi vivir, en mi sentir, Marieta llego un día al pueblo, con su Marcelo del alma, y se hizo amiga de mi familia, de nuestra familia, de mis tíos, de mis padres, estaba unida a nosotros, sus hijos, sus nietos, aquellos viajes que hicimos, a esa gran ciudad, nuestros paseos por ese pueblo de playa, sus chistes, ese sentido del humor, que siempre le acompañaba, la esencia en sus palabras, en su forma de ser, de ver la ilusión por sus cosas, fueron años de verdadera amistad, de sueños, de realidades, Marieta, lo era todo en mi vida, hasta que esa enfermedad del olvido, se llevo su mente, sus recuerdos, su aroma, y su otra etapa en ese centro, la mirada sin mirar, sus últimos días, y el adiós sin decir...Feliz mes de noviembre, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.