Se llamaba Antonia, era esa mujer con esa sencillez, con esa simpatía, con la dulzura en sus palabras, llegó un día a la ciudad, a trabajar en aquella fábrica y allí conoció a Eulogio, y surgió el amor, surgió el flechazo, y los dos comenzaron una amistad, que les llevó al amor, una mañana de invierno, se casaron a las diez de la mañana, con unos cuantos familiares, se fueron de luna de miel, a la capital de España, allí, unos días, y de vuelta a su nueva vida de matrimonio, más tarde llegarían los dos hijos, Rafael y Luis, una familia feliz, una familia con esa filosofía de otros principios, Antonia se sentía bien, muy bien, había formado su propia familia, y estaba protegida por todos ellos, Rafa, fue su ojito derecho, siempre en las faldas de su madre, Luis, fue el rebelde de la familia, pero con esa sensibilidad en su interior, los años fueron sucediendo, Rafael, fue un importante arquitecto, y Luis, un cantante de Rock, dos polos opuestos, que derrochaban pura magia, Eulogio perdió su vida en un accidente muchos años después, y Antonia entro en una tristeza profunda, que la llevo a esa depresión, y a esa enfermedad del olvido, se fue unos meses después, y hoy es ese recuerdo de otra bondad...Feliz fin de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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