Se llamaba, Basilia, era una enamorada de su alrededor, de la vida, un día de hace muchísimos años se casó con José, el hombre que la enamoró, que le dijo ese te quiero, al son de ese baile en ese salón del pueblo, en esos años jóvenes, él trabajaba en el campo, Basilia era ama de casa, como se decía antes, y los dos llevaban una vida, apacible, hogareña, unidos, cómplices, encantadores, satisfechos de esa vida en el pueblo, Basilia tenía ese sentido del humor, que se reía de si misma, era muy divertida todo lo tomaba en chiste, cuando años después quedó viuda, solía pasear por los alrededores del pueblo, con sus amigas, con sus sobrinos, porque nunca tuvo hijos, pero era una mujer feliz, a su manera, a su estilo, y siempre quería ser, quería entender, todo cambió, cuando el alzheimer hizo acto de presencia en su mente, y tras un tiempo, sin recordar, y unos años más, una mañana se fue en un sueño, su sueño divino, ya para el recuerdo...Feliz viernes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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