Translate

miércoles, 31 de agosto de 2016

CUANDO LA VIDA FUE...


Cuando la vida fue, para Misericordia un límite de circunstancias, esa huída hacia otro destino, los malos tratos por parte de su padre, el recorrido hacía la felicidad que no llegaba, y la ansiada calma, en su alma, cuando llegó a la ciudad, se centró en buscar su sitio, y lo encontró, ya era una dama de su entorno, conoció a Eliseo, y fue feliz, conoció esa serenidad que andaba buscando, nacieron sus hijos, Tomas, Lucio, y Violeta, y por fin había formado una familia, Misericordia era una persona buena, transparente, empática, que sabía lo que era pasarlo difícil y le daba esa importancia, a lo que merecía, a lo que era, sus hijos, hicieron unas excelentes carreras, y tuvieron unos trabajos modelos, para vivir la vida como ellos querían, Misericordia estaba al lado de ellos, al lado de esos seres a los que adoraba, luego llegaron sus nietos, Prado, Miguel, Verónica y Carolina, eran su motivación, su razón de vivir, y de ser, esos paseos con sus amigas, los viajes, la diversión en su ambiente, la ausencia de Eliseo, años con más oscuridad, el Alzheimer en su mente, esos días en el centro, y perderse en el mar de otro azul...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

LUNA DE VERANO...


Luna de verano, de esos veranos de mi adolescencia, con aquellas dos amigas en la puerta de la casa de su abuela, se llamaba Bárbara, era una persona maravillosa, con esa mirada que buscaba amor, que buscaba ternura, su marido, no la trataba bien, el señor Miguel, era un reprimido  de la época, buscaba en el juego, algo así como un recreo para su mente, la señora Bárbara, se sentía de una manera en la distancia para él, se refugiaba en sus nietas, y en nuestras charlas, con los años, el señor Miguel murió, y la señora Bárbara, se fue a vivir con su hija, Martina, a la ciudad, parecía que su vida era más tranquila, y ella logró encontrar su sitio, conoció a un buen señor en aquel baile, y ella comenzó a vivir, a ser más feliz, a saborear una nueva vida, vivió años de ilusión, de motivación, de quererse más a sí misma, se fue a vivir con él, fueron una pareja diez, en ese universo de la época, se sucedieron unos cuantos años más, hasta que la enfermedad del olvido, hizo mella, en la mente, de la señora Bárbara, comenzó a no conocer, a no ser, y se dejo ir, una fría tarde de enero, nos quedará el recuerdo, de esos días en otros veranos...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

martes, 30 de agosto de 2016

EL FIN DE OTROS MOMENTOS...


El fin de otros momentos, Ernesto, era un señor, con ese toque de elegancia, de sensibilidad, de saber estar, lo veía pasar del brazo de su esposa, Marina, hacia la iglesia, hacía sus reuniones de ese colegio donde trabajaba, le gustaba de ir siempre con ella, el amor de su vida, se decían tantas cosas, se admiraban, eran el secreto de los dos, eran el sueño que un día se les hizo realidad, al sentir ese flechazo, el uno por el otro, al versen, con ese sonreír, a pesar de los años, a pesar de los minutos, estaban tan enamorados como el primer día, tenían tres hijos, cinco nietos, les gustaba de asistir a esos festivales de bailes regionales, de emociones en el ambiente, Ernesto, era muy amable con todo el mundo, con esa cordialidad, que le hacía ser especial hacía los demás, le encantaba ir de la mano de sus nietos, a los que adoraba, era muchas cosas, con el tiempo, la enfermedad del olvido, le dominó la mente, y Ernesto, se sentía triste sin saber porque, no entendía de no conocer, de olvidar así, la enfermedad llegó a que ingresara en aquel centro, y terminara sus últimos días en otra ausencia...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

EN AQUEL BARRIO...


En aquel barrio, en los días de mi infancia en ese pueblo, estaba ella, Vitorina, era una señora de escasas palabras, y mirada de timidez, pero cuando yo me acercaba y comenzaba entre nosotras una charla, ella sonreía, y me sentaba a su lado en la puerta de su casa, era viuda desde hacía unos cuantos años, a su lado estaban sus hijos, Félix y Armando, yo ha pesar de que era pequeña, la entendía y Vitorina a mí, llegó un día a nuestro pueblo, con su familia, para ese trabajo de su marido, y se quedó, se hacía querer, a pesar de esos silencios ante los demás, era una dulzura personificada, en sus momentos, en sus vivencias, me contaba historias de su infancia, de esa juventud, de sus mocedades, de algún que otro novio, que nunca la llevó a ese altar, Vitorina era una señora con esos sentimientos en la profundidad de su alma, era un encanto de persona, con una cultura excelente, había sido maestra, en sus años de juventud, en aquella escuela, sabía lo que quería en cada hora y segundo, porque a pesar de todo, su vida había sido una experiencia tras otra, cuando yo ya era adolescente, ella comenzó con esa enfermedad del olvido, los paseos con sus hijos, por nuestro barrio, sin conocer, su mirada, en mi mirada, ese abrazo, que le daba, y su cariño hacía mí, en el fondo, había algo en Vitorina, que le hacía conocer, se fue un día, en nuestro barrio, hacía otro recuerdo...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

lunes, 29 de agosto de 2016

UN RECUERDO SIN RECUERDO...


Un recuerdo, sin recuerdo, una esperanza, sin ausencia, y con la ausencia a un tiempo, Gonzalo, aquel señor de elegancia en sus formas, y de palabras regaladas,  era un duende de la comunicación, fue periodista, en aquel periódico de esa ciudad, le gustaba de escribir, de plasmar, de  hacer un recorrido por su vida, por sus andanzas, era simpático en todo él, estaba enamorado de la vida, y de  su amor, la mujer de su vida, siempre sabía tener un motivo para hacer cosas junto a ella, los paseos, las charlas, las conferencias que ambos compartían, sus dos hijos, Rodrigo y Abel, también compartían esa afición por la escritura, también siguieron la profesión de su padre, Gonzalo era un adelantado de los motivos, de la época, tenía  esa empatía que le hacía ser y ponerse en el lugar del otro, con esa enfermedad del olvido, con la edad, en su vida, se dejó ir, se dejó partir, hacía otro destino, en algún camino del recuerdo...Feliz inicio de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

DOÑA AURORA...


Doña Aurora, la recuerdo cada momento de mi vida, con esa sonrisa en sus labios, era generosa  con todo el mundo, era auténtica en sus formas, en sus motivos, se dedicó toda su vida a la enseñanza, ella disfrutaba, con sus alumnos, y ese mundo, estaba casada con Mateo un excelente hombre, que bebía los vientos, eran padres de cuatro hijos, Doña Aurora, disfrutaba cada domingo, al tenerlos alrededor de esa mesa, disfrutaba de esos momentos familiares, nunca estaba de mal humor, porque no iba con ella, veía la positividad de las cosas, decía que a todo punto negativo, había  que verle lo positivo, era una señora que se hacía querer, con una gran personalidad, sabía quedarse con todo el mundo, era muy observadora en cada momento de sus paseos, con sus amigas, con las que compartía confidencias y motivos personales, con los años, con el tiempo, Doña Aurora comenzó con los despistes, con la desorientación, y finalmente le diagnosticaron, la enfermedad del olvido, ella, ya no volvió a ser, y siendo en otro mundo, su mundo...Feliz inicio de semana, para los familiares  y amigos de enfermos de Alzheimer.

domingo, 28 de agosto de 2016

EL DUENDE DE LA NADA...


El duende de la nada, ese libro dedicado a esa enfermedad del Alzheimer, Eugenia ha escrito para su abuela, en ese homenaje que siempre ha querido hacerle, y en estos momentos que Guillermina está en esa fase final, dónde ya no sabe nada, ni entiende, ella ha querido plasmar sobre el papel, sus momentos, esos principios de la enfermedad y ante todo la sensibilidad que transmite, que se le da esa dulzura, para que ella se sienta bien, de una manera más protegida, Eugenia se siente con otra magia, porque este libro significa mucho para esa realización como persona, y ante todo como ser humano, ha sido todo un éxito, en su primera edición, porque lo ha escrito con ese cariño, y ese amor que su abuela se merece...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

EL PENSAR EN OTRA CALMA...


El pensar en otra calma, cuando el pensamiento deja de existir, porque esa enfermedad del olvido, se ha depositado en la mente de ellos, y se olvidan los recuerdos, los años de otros años, comienza otra actitud, sin saber, sin entender, y para eso, está el cariño y el amor, de esos hijos, de esos nietos, de esa familia que  están a su lado, estos enfermos necesitan ese cariño, ese amor, para sentirse queridos, recuerdo a ella, en ese proceso de su enfermedad terminal, en esa última fase, y ahora veo su serenidad, su calma, su mirada más encontrada, está en ese mundo, en su mundo que se ha creado, pero ante todo esta llena de cariño, de esa dulzura que le transmiten sus seres queridos, y así debe de ser, que se sientan protegidos, que se sientan con esa inmensidad en esa claridad, la enfermedad del olvido, llega a sus vidas, y es necesario que ellos no sufran, no se vean solos, es el abrazo, el beso, el sentimiento lo que les hace que sientan esa calma...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

PASCUAL...


Pascual, era natural de aquel pueblo perdido en las montañas, vivía con su hijo, la nuera, y los nieto, era viudo desde hacía unos cuantos años, era un señor serio, con escasez de palabras, con la mirada entre tímida y encontrada, le gustaba la soledad de los momentos, de esa inspiración, en su propia melodía, era muy generoso, educado con los demás, amigo de sus amigos, le gustaba de jugar al tejo con esos amigos de siempre, Pascual, era un adelantado a su tiempo, con otra timidez, siempre estuvo enamorado de ella, de Goya, su esposa, decía, era mi luz, mi pensamiento, mi cordillera de otro sentido, parecía un poeta de las palabras, aunque nunca le intereso la inquietud sobre el papel, él disfrutaba de los paseos por el campo, de observar ese ambiente de silencio, y en admirar a su nietos cuando veía que iban creciendo, y estaban llenos de encanto, y simpatía, sus juegos, sus emociones, sus subidas a ese parque del pueblo, Pascual fue tocado por esa enfermedad del olvido, que le hizo encerrarse en un mundo que ya no conocía, siempre, Pascual.

MI QUERIDA GENOVEVA...


Mi querida Genoveva, que era el recuerdo de esa vitalidad, de esa persona legal, transparente, que conocí en aquella cafetería allí, con sus amigas entre charlas y anécdotas, de repente me miro, y fue un flechazo de amistad, me senté con ellas, y a partir de aquel momento, comenzó mi amistad, con Genoveva, era un torbellino de energía, de magia, de la más transparente, tenía esa sensibilidad, que hacía que su fortaleza fuese emocional en todos los detalles, su amor por Juan, era un fuera de serie, era su inspiración, era su todo, el padre de sus dos hijos, Juan y David, y de sus nietos, Luis, Ángela, Carlos y Cristina, la recuerdo cada segundo de mi existencia porque era de esas personas que dejan huella, su familia estaba muy unida a ella, Juan la admiraba, y sus hijos, la adoraban, le encantaba escribir por afición, pero esas poesías llegaban al fondo de mi alma, era tan auténtica, tan natural, era mi destino de claridad, Genoveva nunca dejo de ser, hasta que esa enfermedad del olvido, mino su mente, y ya al no conocer, al no saber, sus últimos años, con esa tristeza, sin esa luz, y su adiós, sin despedida, mi querida y admirable, Genoveva...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

viernes, 26 de agosto de 2016

EN LAS INMENSIDADES DE OTRO RECUERDO...


En las inmensidades de otro recuerdo, su recuerdo, el señor Darío, un señor adelantado a su tiempo, en aquellos años, de hace muchos años, llegó a la ciudad, fue nuestra amistad, con su esposa, Antonia, llegaron los hijos, a vivir, a esa ciudad, y todos vivían cerca los unos de los otros, el señor Darío, era periodista, y trabajaba en ese famoso periódico, en el tiempo libre, se dedicaba a ir a la biblioteca, y leer libros de historias de leyendas e historias de amor, era un enamorado de lo romántico, porque creía a tope en el amor, en los sentimientos, en los principios de esa naturaleza romántica, el señor Darío, saboreaba cada minuto de esa vida, de eso viajes, siempre decía que había que aprovechar cada momento de otro segundo, como si fuese el último, y así lo hacía, lo cumplía, le apasionaba la ópera, porque el arte le gustaba en general, nunca se perdía ningún evento, Darío, era un pirata de su destino, cuando el olvido llegó a su mente, se dejó ir, porque ya no quería vivir, sentir, porque no conocía, porque ya no sabía, el día de su partida, en aquella mañana de verano, cantó esa diva de la ópera en su despedida, y los pájaros volaban ya en su cielo...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

LOS MOTIVOS DE LAURA...


Los motivos de Laura, para ser feliz, en aquellos años, en aquella época de esos tiempos de un ayer en la nostalgia, en el momento de otros momentos, la conocí en aquella clínica, ella había sido operada de una pierna, y era su convalecencia, y esa posterior rehabilitación, su marido Anselmo, venía cada noche ha quedarse con su esposa, y a la mañana, él se iba a descansar, y llegaba su hija Araceli, yo estaba cuidando a mi padre, que también convalecía de una operación, a partir de aquellos días, comenzó una bonita amistad, entre nosotras, Laura, tenía esa magia en su mirada, era muy familiar, tenía ese encanto para decir las cosas, nuestros paseos en esos veranos, en la playa, sobre la arena, con el mar de fondo, esas confidencias, los motivos para esa inmensa felicidad, su hija pequeña, tenía un encantador novio, con el que se casó, luego llegarían los nietos, Raúl, Fer, Alex, y Alba, su única nieta, Laura, se desvivía por esa muñeca de ojos azules, y simpatía personificada, con los años, con la edad, Laura, comenzó con esos olvidos, con la enfermedad del olvido en su cabeza, aquel centro de enfermos de Alzheimer y sus últimos días, inolvidable Laura...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

jueves, 25 de agosto de 2016

EL PASEO DE LEOPOLDO...


Le recuerdo, por ese paseo, cada mañana de ese abril, se llamaba Leopoldo, era funcionario de la administración, era un caminante de su único destino, discreto, observador, silencioso, auténtico, con ese sentido del humor, que le hacía ser distinto, del brazo de Carmen, su esposa, cinco hijos, que eran su alrededor, le recuerdo, cuando salía de su trabajo, con ese maletín, cuando fue a recoger su coche, para irse a casa, la espera de sus hijos, su vida como él quería, esa libertad que respiraba por los cuatro vientos, la esencia, de su propia  esencia, los pasos de página, las miradas de su ayer, la maravilla  de ese renacer cada segundo, le recuerdo, cuando se retiro en su trabajo, el homenaje, un merecido descanso, su otra existencia, los paseos por otro jardín, la filosofía de su única filosofía, sabía, entendía, predecía, Leopoldo, dejo de ser, cuando la enfermedad del olvido, domino sus actos, sus recuerdos, su mente, se dejó en la mirada pérdida tantos rumbos, tantas historias perdidas en un baúl sin memorias, sin su propia memoria, Leopoldo, fue especial, fue el hechizo de otras miradas...Feliz jueves, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

DULCES SONRISAS...


Dulces sonrisas, ese ayer, Marisa, el amor, su inspiración en sus propias palabras, los motivos de esos recuerdos, el tiempo indefinido, su llegada, el momento de nuestro conocer en la profundidad de su vivencia, se quedó, se enamoró, de Fausto, y fue la gran inspiración de su vida, la boda, esa luna de miel, corta y momentánea, la llegada de Carlos, su primer hijo, de Ismael, su segundo, de Cristina, su tercera y primera hija, de Encarna, su última hija, eran la familia, su familia perfecta, ese refugio, esa sensación de alegría, esos  sentimientos, los paseos, los viajes, los años vividos, las esencias, las bodas, la realidad, de su propia realidad, Marisa, era especial, era una gran madre, era una estupenda abuela, cuando fueron llegando los nietos, Enric, Paula, María, Cristina y Maika, todos ellos su debilidad, su forma de ver el nuevo rumbo, aquel libro que siempre leía, el pensar en un pensamiento, la novela de su vida, el tiempo, la ausencia de Fausto, la soledad en ella misma, la enfermedad del olvido, su olvido, los últimos días en el universo, la despedida, sin despedirse...Feliz jueves, para los familiares y amigos, de enfermos de Alzheimer.

miércoles, 24 de agosto de 2016

CUANDO ELLA YA NO ESTÁ...


Cuando ella ya no está, cuando ella sigue en esa casa pero ya no recuerda, ya no habla, ya no mira, y se le da ese cariño que tanto necesita, fue una mujer tan admirable, tan única en ese pasado, que ya quedó en el tintero de un tiempo de azúcar, abrazada en esa cama, a sus ositos, está en su mundo, en su vida ya creada para ella sóla, en aquellos tiempos de ese pasado, fue una mujer que supo ser, que supo luchar, y ganó varias caídas, varios momentos de una felicidad quedada atrás, cuando ella sigue en ese lugar, cuando a ella, se le dice tantas cosas, no lo entiende, no lo sabe, ha perdido tantas cosas de su baúl de recuerdos, sin recuerdos, le preguntas, y no tiene respuesta, porque no tiene palabras, es esa enfermedad del olvido, que domina su pensamiento, sin pensamiento, quedaron unas poesías, unos retazos, cuando ella, es la niña que vuelve a ser...Feliz miércoles para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

EN LA CASA DE LOS DOS...


En la casa de los dos, allí en el centro del pueblo, Teresa y Federico, eran un matrimonio ejemplar, que un día se fueron a vivir a la zona rural, estaban retirados de sus respectivos trabajos, sus hijos trabajaban y vivían en la ciudad, y ellos, se fueron a nuestro pueblo, a residir, eran felices, se admiraban, paseaban su amor, por los alrededores, Teresa, era muy especial, sabía ponerse en su sitio, en su forma de ser, tenían tres hijas, y cinco nietos, los fines de semana, y para los veranos, solían venir todos, Teresa, me contaba anécdotas inolvidables, para ella, nos reíamos, fueron años de vivencias de motivos, de carreteras secundarias, de caminos caminados, se iban a la playa, a la montaña, a respirar ese aíre puro que tanto les encantaba, con los años transcurridos, con ese silencio por las ausencias, Teresa comenzó a perder sus recuerdos, la enfermedad del olvido, se centró en su memoria, para dejar de serlo, se fue, una mañana gris, de otro abril, la recordaremos, siempre...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

martes, 23 de agosto de 2016

POR LOS PENSARES, ELOY...


Por los pensares, Eloy, un hombre, un señor que nos dejo huella, era natural de Bilbao, llegó a la cuidad por motivos de trabajo y finalmente se quedo de forma indefinida, conoció a Guillermina, se casaron, fueron naciendo sus hijos, la vida transcurría de una forma tranquila, los paseos, las vacaciones, los nietos, el retiro, sus aficiones, los motivos, los nuevos sueños, las etapas que fueron marcando su filosofía, la felicidad compartida, esas tardes inolvidables de un verano, el sol, la mirada discreta e indiscreta a un tiempo, la sensación, de un corazón renovado, Eloy, fue un adelantado a las formas, a los momentos, nunca miraba el pasado, se quedaba con ese presente, que le tocaba por vivir, con su nieto, Diego, compartía su afición por el tenis, fueron los meses, los días que compartían ese juego, muchos años después, la soledad, la depresión, y la enfermedad del olvido, que le dijo no a sus recuerdos, a ese caminar que dejó de ser...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

LOS DÍAS QUE FUERON...


Los días que fueron, en esa playa, la conocí, sentada en la arena, cosiendo una blusita para sus nietos, se llamaba, Irene, era esa maravilla personificada, que se conoce una sóla vez en la vida, la mire, me miro, yo llegaba de darme un chapuzón, y me senté a su lado, sobre mi toalla, comenzamos nuestra agradable charla, más tarde llegaron sus dos nietos, Blas, y Enric, dos niños fantásticos, que hicieron las delicias de mis labios, porque no paré de sonreír, eran únicos, Irene se sentía maravillada con ellos, estaba en su apartamento de playa, para pasar esos días de verano, cuando comenzó esa amistad más profunda, entre ella y yo, íbamos juntas a la playa, con los peques, fueron años muy bonitos, cada año, en el mismo sitio, en el mismo lugar, porque mi apartamento estaba cerquita del suyo, Irene era inolvidable, llevaba viuda desde hacía unos años, vivía con su hija, Maika, la madre de los dos niños, los años se fueron sucediendo, Irene ya era muy mayor, la enfermedad del olvido, la marcó, dejó de conocer, y todo fue cambiando, la ingresaron en aquel centro, y allí pasó sus últimos días, la llevo en mi pensamiento...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

lunes, 22 de agosto de 2016

MOMENTOS DE OTRAS FIESTAS...


Momentos de otras fiestas, en esos días de otro escenario en aquel momento, Federico, era un hombre en esa ciudad, al que le encantaba estar con los suyos, para celebrar esas fiestas, que tanto anhelaba, esas comidas en el hotel, el baile, la complicidad con su esposa, sus hijos, siempre presentes en todos los eventos, era un hombre con esa dedicatoria, con ese motivo, con la sensación de ser un libro abierto, en su momento de esa intensidad, las charlas con los amigos, a la luz de una luna, esos veranos sumamente inolvidables, su profesión de periodista que adoraba, los recitales de poesía en ese casino, en ese salón imposible de olvidar, Federico, era un hombre con ese secreto en su interior, que nadie sabía, pero que había echo realidad, era un adelantado a su tiempo, era un rebelde sin causa, no le gustaban las leyes, le gustaba ir a su aíre, sin interrupciones, decía, quería respirar a cada segundo esa bocanada de aíre fresco, era un maravillado de su propia vida, nunca imaginaba, que ese destino, iba a ser con otra oscuridad, cuando la enfermedad del olvido, se aposento en su cabeza, y ya no hubo, y ya ese baúl de otros recuerdos, quedó vacío sin memorias, sin anhelos, se fue una fría mañana de invierno, y sentí, que algo que iba de mí, en él...Feliz inicio de semana, para los familiares y amigos, de enfermos de Alzheimer.

LAS CARTAS DE JOSEFA...


Las cartas de Josefa, cuantas veces las leo, en la intimidad de mi soledad, la recuerdo tanto, la echo tanto de menos, era mi confidente, fue mi confidente durante años, esa amiga a la que nunca olvidaré a pesar de la edad, la conocí en ese gimnasio de rehabilitación y nuestra amistad se hizo muy especial entre las dos, esas subidas, las bajadas, para nuestros ejercicios, Josefa durante muchos años, fue esa persona con la que pude pensar en voz alta, estaba muy orgullosa con su vida, con su motivo para ser feliz, con Luis, su marido, Laura y Marta, sus hijas, Luis, Gonzalo y María sus nietos, Hugo su primerbisnieto, cada día de su vida, escribía una carta cada día, para mí, porque decía así las podrás tener cuando yo no esté, no quería que las leyeran sus hijos, y nietos, sino yo, nos queríamos más que nada en el mundo, esos abrazos a cada momento, la ternura que me inspiraba, su ternura, su alegría, su sensibilidad, lo pasé muy mal, cuando esa enfermedad del olvido, muchos años después, hizo que no me conociese, y aquellas cartas las guarde en un joyero maravilloso, que lo abrí, cuando ella se fue, eran tan emotivas, tan llenas de emoción, fue una persona imborrable, en mi mundo, que esa memoria la dejo de ser...Feliz inicio de semana, para los familiares y amigos, de enfermos de Alzheimer.

domingo, 21 de agosto de 2016

AQUEL CAMINAR...


Aquel caminar, con esa filosofía, siempre ella, Rosalía, una belleza de mujer, por dentro, por fuera, tenía esa forma de ser, que encantaba a todo el mundo, se casó con un marinero, con Rodrigo, un libro abierto y aventurero de su propia vida, Rosalía, saboreaba esa felicidad compartida, era amiga de sus amigos, de su familia, todo le sentaba bien, tuvo dos hijas, Patricia, y Begoña, que eran su centro, su voz de la conciencia, Rosalía, se dedico a ser modista, tenía su propia tienda, dónde daba clases de corte y confección, y vendía ropa muy bonita, vestía siempre, con esa elegancia, con esa clase, con ese saber estar, le gustaba de dar esos paseos por su jardín, los domingos en la mañana, luego su vermut, y la comida en casa de la madre, fueron tiempos bonitos e inolvidables, para ella, y para todos, con la edad, con los años, Rosalía comenzó a perder la memoria, la enfermedad del olvido, domino sus últimos años en ese centro, pero nos queda de ella, esa lucha, esa fuerza de voluntad para conseguir sus propósitos...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

EN AQUEL PENSAMIENTO...


En aquel pensamiento, él, Cayetano, un gran hombre, llegó una mañana de frío invierno, a nuestra ciudad, y se quedó, le encantó la gente, las calles, esa sociedad que le acogía, ese encanto personificado, el amor, el sentimiento, el trabajo, fueron una serie de motivos, que hicieron que Cayetano, se quedase definitivamente, era con una generosidad nata, sabía quedarse con lo bueno de las cosas, con lo bonito de las personas, era muy positivo, veía el lado bueno de las cosas, su sonrisa nunca le abandonaba, cuando conoció a Clara en aquella boda, todo cambio para él, a mejor, era un hombre tan auténtico, tan dicharachero, tan especial, se casaron un hermoso días de primavera, un año después nació su primer hijo, Daniel, a los dos años, su hija, Isabel, y cuatro años después, Eduardo, formaron una familia ejemplar, unidos todos, los hijos, con una gran educación y con esos principios, admiraban a su padre, por su perseverancia en las cosas, por ese don de gentes, por su forma de ser, Clara se sentía muy enamorada de él, y todo se hacía muy fácil, con el tiempo transcurrido, la pérdida de ella, Cayetano, comenzó a despedirse de su propia vida, más tarde esa enfermedad del olvido, domino su mente, y lo dejó sin memoria, sin entender, y una noche de Navidad, se fue, sin hacer ruido, dejando huella...Feliz domingo, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

sábado, 20 de agosto de 2016

ESA FELICIDAD...


Esa felicidad, su felicidad en esos tiempos de un ayer, era esa persona que nunca se podía olvidar, se llamaba así, Felicidad, era una señora adelantada a su tiempo, a su origen, a su forma de motivar, de reaccionar, era una moderna en todos los sentidos, rebelde en esos años franquistas, cañera, como se dice ahora, vivía su propia felicidad, era la simpatía personificada, era el duende en sus momentos, con Ginés, su pareja, eran un auténtico tandem, era una inconformista absoluta, era todo en ese mundo que ella había creado, me encantaba charlar con ella, era única en todos los momentos, sus amigos, su gente, su alrededor, era la magia de su propia filosofía, Felicidad un duende, de su  duende, el olvido, la soledad de muchos años después le hicieron ser, sin ser, nunca la olvidaré...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

RECUERDOS LEJANOS...


Recuerdos lejanos, momentos cercanos, ella, Ester, esa persona maravillosa a la que un día conocí en aquella plaza de esa ciudad, nuestras charlas y el comienzo de una bonita amistad, esa sinceridad en sus palabras, esa forma de tomarse las cosas, las anécdotas, su familia, su ambiente, mis visitas a su casa, ella a la mía, unos bonitos años de confidencias, de ser una más en su alrededor, Ester, era imposible de no querer, era una juvenil en su edad, en su manera de pensar, de ver las cosas, de entender, y comprender, enamorada de su gran amor, de Vicente, un silencio de persona, un encanto de sinceridad, un libro abierto, sus hijos, Paula y Pablo, siempre tan encantadores, sus nietos, Maika, Hugo, Katya y Darío, esos chicos imposibles de olvidar, los años, la enfermedad del olvido, sus recuerdos sin memoria, sus últimos años rodeada de amor, y ese final, siempre Ester...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

viernes, 19 de agosto de 2016

JULIO EL PINTOR...


Cuantos recuerdos, en un sólo recuerdo, Julio, el pintor, amigo de esa inolvidable tía, esos días ante la paella, que le encantaba, pero la que hacia ella, siempre con esa sonrisa en sus labios, esa forma de hablar tan simpática, era un conocedor de la vida, de las costumbres, de los anhelos, solía contar batallas en esas  tardes en el centro del sol, en  la sombra, Julio, era un hombre especial, con otra pasta, le gustaba de caminar, de pintar, cantando, de emocionar con sus halagos, le gustaban tantas cosas, le recuerdo, en la ciudad, años después, con Esperanza, su esposa, paseando por la ciudad, ya retirado, de su profesión, siempre saludaba, siempre volvía a esos  principios, por sus paseos en esa bicicleta, le gustaba el aire puro, respirar, esa pureza, el día que me presentó a su hija, Marisol, con ese encanto personificado, muchos años después me enteré que había fallecido por esa enfermedad del olvido, tras unos años de no recordar, no saber, no entender, ya no pude despedirme, sólo me quedo con ese recuerdo en la cocina de la tía, comiendo esa paella, con esa alegría en el ambiente, en su ambiente...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

EN LA PUERTA DE SU CASA...


En la puerta de su casa, en los tiempos de otras miradas, ella, allí cosiendo cada tarde, en esa morada, en su morada, quería, recordaba, volvía a sentir, era dichosa, era feliz, la recuerdo siempre, su nombre Ernestina,  enamorada de su rumbo, con su marido en esos paseos de un verano que llegaba, era única en su caminar, en sus principios de un sentimiento, tuvo dos hijos, Mario y Jorge, y unos cuantos nietos que eran su alrededor, era una mujer inolvidable, que dejaba huella, que grababa su mirada, en la única mirada, sabía de la vida, de los momentos, de las horas de otra  felicidad, sabía tantas cosas, le gustaba de observar, dialogar, de ese presente, de ese pasado que ya no fue, tenía una sinceridad en su forma de ser, de entender, Ernestina siempre fue la misma, hasta que la enfermedad del olvido, la hizo caminar con la mente en blanca, dónde los recuerdos pasaron de largo, y se quedaron en la retina de otros principios...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

jueves, 18 de agosto de 2016

FUE TAN FÁCIL HACERLE FELIZ...


Fue tan fácil, hacerle feliz, se llamaba Félix, era un hombre simpático, con su sonrisa en los labios, que nunca le abandonaba, compartía su alegría con los que le rodeaban, sabía ser en cada momento, fue doctor durante muchos años, en aquel hospital, del corazón, de los sentimientos, de las palabras, sabía tanto de la vida, de los segundos de su propia historia, era tan fácil, hacerle fácil, lo difícil, era de un trato  agradable, de buena manera, de otra pasta, que se dice, enamorado de su mujer, la más guapa del mundo, según él, era una maravilla de señora, se llamaba Luisa, era su luz, su horizonte, su querer, y poder, la inspiración, y esas dos hijas, Mara  y Cristina la sensibilidad, la inteligencia, en ese círculo familiar, las nietas, Lara, Ana, y Rodrigo, sus debilidades, Félix, era un hombre diez, en ese mundo mil, era fácil quererle, abrazarle, besarle, porque era la dulzura, en la esencia, en la motivación, de sus días, de sus paseos a la luz de una luna, la enfermedad del olvido, el centro, la mirada perdida y encontrada a un tiempo, y su partida, en ese día de otro invierno, Félix, un hombre inolvidable, en esos días de otros tiempos...Feliz jueves, para los familiares y amigos  de enfermos  de Alzheimer.

ESAS TARDES LARGAS DE SOL...


Esas tardes largas de sol, Amalia y yo, en esa terraza, en los días de aquellos veranos, con nuestras charlas, con sus consejos, era una mujer especial, era una señora, en todos los términos de la palabra, admiraba a ese alrededor, a su familia, a su marido, Eugenio, a sus hijos, Tomas y Fidel, a sus nietos, Bruno, Mario, Luis, y Alba, eran su ojito derecho, sobre todo la única nieta, Alba, que era su debilidad, la niña de sus ojos, Amalia era modista, en aquella tienda, tenía muchas experiencias en su trayectoria profesional y personal, era auténtica como nadie, esas tardes de los veranos de nuestra vida, ella, era el libro abierto, tenía tantas vivencias, tantos motivos, ese novio marinero, de nombre César, su marinero favorito, era ese libro abierto, siempre adelantada a su tiempo, Eugenio, su esposo, siempre sonreía a su lado, en esas largas tardes de sol, era esa maravilla personificada, con los años, con las historias que contaba, le llego el olvido, la enfermedad del olvido, Amalia, nunca perdió la sonrisa, a pesar de no conocer, de esa prueba del destino, se fue otra larga tarde de sol, la despedimos, con un gracias, por esas tardes compartidas...Feliz jueves, para los familiares y amigos, de enfermos de Alzheimer.

miércoles, 17 de agosto de 2016

CUANDO CARMEN...


Cuando Carmen, está en su mundo, con sus ojos cerrados, todos la miran, la observan, velan a su lado, esa enfermedad del olvido, domina su mente, desde hace unos años, es ella, sin ser ella, está protegida, es una piel de terciopelo, a la que hay que cuidar, abrazar, besar, sentir, todos la hemos admirado siempre, y ella, siente, ese sentimiento, porque aunque su pensamiento, ya no le acompañe, esta la intuición, sin saber, sin entender, la vida, su vida, esa película que fue, ahora Carmen, es una niña a la que hay que cuidar, anhelar, proteger, hablarle, decirle, aunque ella, abra y cierre los ojos sin saber porque, Cuando Carmen, descansa, se imagina, o se visualiza en su alrededor, en sus sueños, que no dejan de ser, de entender, sin entender, la añoranza de aquellos años en la puerta de su casa, con nuestras charlas, con esos días de otros tiempos de una tarde cualquiera, de un motivo, de un recuerdo,  nuestra Carmen, ese cariño sincero, ese minuto de otra felicidad...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de  Alzheimer.

UN DESTINO, SIN DESTINO...


Un destino, sin destino, sombras, dudas, lágrimas, puertas cerradas, nadie en la calle, la soledad, recuerdos sin recuerdos, Ana, en ese salón de ese centro, ya no observa, esta llena de tristeza, de una oscuridad infinita, esa enfermedad del olvido, que domina su mente, ya no la deja, ya no recuerda, ya no sabe dónde está, lo perdió todo, se dejo ir, su esposo, Ginés, un día se fue, ella le amaba, ella era su mundo, sus hijos, se fueron en otro momento de su vida, todo fue injusto, para aquella mujer, que era todo  sensibilidad, no le quedó nada, un destino, sin destino, sin poder, sin entender, los años, el tiempo, la  enfermedad, desorientada en su propio camino, ya no fue, ya  no quedó, el cruce de miradas, sin mirar, de secretos, hallados en la luz, Ana, con su mente, sin mente, cabizbaja, esperando una partida, porque nada hace, nada es...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

martes, 16 de agosto de 2016

ISIDRO...


Isidro llegó de Madrid, una fría mañana de enero, todo fue por ese trabajo, y el amor le hizo  que se quedase para vivir, muchísimos años, en esa ciudad, Clara, fue la mujer de su vida, la sensibilidad, la debilidad, el secreto y la emoción, los dos eran esencia, pureza, confidencia, ella era maestra en uno de los colegios de la ciudad, Isidro trabajó durante años en ese Banco, como director, fue importante, fue simpático para todos los clientes, y sabía quedar bien con sus cosas, siempre tenía recursos, siempre sabía lo que tenía que hacer, sus hijos Juan y Helio, estaban muy unidos a su padre, Isidro se dejaba querer, se dejaba escuchar, era un apasionado de ese tenis, de ese deporte en general, con los años, con el tiempo transcurrido, todo cambio en su vida, con la enfermedad del olvido, con esos olvidos en otra memoria, el  centro, sus últimos días, y la última sonrisa en una mirada perdida...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

EL PASEO POR ESE PARQUE...


El paseo por ese parque, los días en los que veía a Martín, en esos días de verano, junto a su hija, paseando, dándose ese cariño los dos, ese amor, eran una familia muy unida, que no entendían el no estar los unos sin los otros, María, su esposa, era una señora con unos valores, con esa sinceridad, con la emotividad en sus palabras, en sus echos, la recuerdo en la puerta de su casa, bordando siempre bordando, era su debilidad, Martín la observaba, la amaba tanto, había sido un amor de día a día, en esa amistad, las miradas, las sonrisas, las palabras al oído, la boda en ese Monasterio, la luna de miel, en el pueblo de al lado, porque eran otros tiempos, la llegada de las hijas, Magdalena y Margarita, los nietos, Jacób, Martín, Manuel y Athina, eran especiales, simpáticos, de lo más auténticos, eran esa debilidad para Martín, cuando con los años, su mente quedó en nada por esa enfermedad del olvido, todo fue una oscuridad en su vida, sin recuerdos, aquel parque ya formo parte de la nada...Feliz martes para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

lunes, 15 de agosto de 2016

RECORDADO FRANCISCO...


Recordado Francisco, con esa media sonrisa en sus labios, un pícaro de la época, un rebelde en sus echos, adelantado a su tiempo, le recuerdo fumando esos celtas, en la cocina de mi casa, observando, charlando, era un aventurero de su propia vida, de su propio éxito, albañil de por vida, agricultor en otras ocasiones, su esposa, era esa admiradora de su pasado, y entonces de aquel presente, tuvieron cuatro hijos, Remo, Lurco, Fabio, y Tomas, esos cuatro varones, que compartían con su padre, ese sentido del humor, esa rebeldía por todo ese alrededor, Francisco, fue ese libro abierto, en esa España franquista, amante de su propia libertad, de sus motivos, le encantaba lo políticamente incorrecto, ir a su aire, a su bola, como decimos ahora, era un visionario de su mundo, de su origen, destacó en todo, y en nada, con el tiempo transcurrido, la enfermedad del olvido, el sentirse perdido, con otra mirada perdida, y su final, para la huella imborrable, de un hombre que supo ser...Feliz inicio de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

LA MIRADA QUE FUE...


La mirada que fue, que se encontró en algún recorrido de su vida, Brigida, aquella señora dueña de su propia vida, la quería tanto, la admiraba, era esa persona que transmitía paz, espiritualidad, encanto, llegó un día a la ciudad, para aquel trabajo y ya no se fue, le gusto el ambiente, le gusto la calle, la plaza, el restaurante, el ático dónde vivía, y Alfredo, el hombre que eligió, para formar su propia familia, se casaron, tuvieron a sus hijos, Miguel y Antonio, a sus nietos, años después, Alberto, Carol y Sandra, Brigida los miraba, sonreía, estaba orgullosa de haber formado esa bellísima familia, se sentía feliz, de otra manera, paseaban en los días de verano, por aquella playa, de la mano de Alfredo, los dos tan enamorados, tan pausados, con la calma en su alma, con la felicidad compartida, con la complicidad en sus corazones, se amaban tanto, era ese amor en la flor de la inmensidad, fueron los años, los minutos de la esencia, el motivo, la partida de Alfredo, la soledad para Brigida, el echarle de menos, la enfermedad del olvido en su mente, la pérdida de la memoria, de sus recuerdos, de los años de un azúcar incorporado, esa chica que la cuidó, siempre a su lado, en sus últimos tiempos, la partida de Brígida, su aroma en nuestro recuerdos, y ese adiós, sin adiós...Feliz inicio de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

domingo, 14 de agosto de 2016

BERNARDINA...


Bernadina, aquella señora de los años de una lejana infancia, mi llegada a su casa, con la tía, la sonrisa, y ese diente de oro, que le brillaba, era una adelantada a su tiempo, era políticamente incorrecta en un tiempo franquista, hacía lo que le venía en gana, tenía una personalidad de gran carácter, sabía lo que quería, como lo quería, y dónde lo quería, se casó por amor, porque a Faustino lo admiraba, fue ese flechazo, que estaba esperando, se enfrentó a una guerra, supo ser y entender, Bernardina, era una de esas mujeres de la época, en que no se le ponía nada por delante, decía, significaba, nunca se achicaba, admiraba y volvía a ser, tuvo dos hijas, cuatro nietos, eran un equipo, ella la capitana, fueron años de lucha, de afán de superación, de no callar, de encontrar respuesta a miles de preguntas, un día se separó, se fugó de casa, porque quería vivir su propia vida a su manera, con el tiempo, con los años, alguien la vió en ese centro, ya enferma de Alzheimer, sin conocer, con la mirada perdida, porque Bernadina, se perdió en otro camino del destino...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

POR EL CAMINAR DE UNA NOSTALGIA...


Por el caminar, de una nostalgia, con años de sonrisas, de charlas, de vivencias, de momentos en miles de segundo, la recuerdo a ella, Angela, esa mujer buena, con esa alegría en su forma de ser, en su ambiente, haciendo agradable a ese alrededor, en su jardín de rosas, rodeada de amor, de cariño, de dulzura, de esencia en sus palabras, recuerdo, y añoro esas tardes de sol, de mi infancia, de mi juventud, y ella siempre, la misma, me decía tantas cosas, me daba tantos consejos, me hablaba al oído, cuando cometía un error, y yo pensaba, meditaba, y asentaba con la cabeza, Ángela, era especial, fue especial, enamorada de su marido, de Jaime, con sus hijos, a su lado, más tarde con esos nietos, su trabajo en aquella escuela de maestra, una maestra excelente, su retiro, su homenaje, la virtud, el sentimiento, en su pensamiento, con sus años, la enfermedad del olvido, la pérdida de esos recuerdos, los años en la tristeza, sin saber, sin entender, y la despedida sin despedirse, fue única, fue su magia indefinida...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

sábado, 13 de agosto de 2016

DON ALBERTO...


Don Alberto, era simplemente, un hombre  perfecto, elegante, inteligente, con esa media sonrisa siempre en sus labios, con esa filosofía de su propia vida, aventurero, interesante, práctico, auténtico, periodista de profesión en la universidad de Ciencias de la Información, le encantaba el teatro, hasta el punto de que formó un grupo de teatro en la facultad, él era el director, era un señor que todo lo hacia demasiado fácil, para lo fácil, se enamoró de Carmen, su musa, su diva, su ternura y dulzura a la vez, según él, tuvieron un hijo, Ramiro, de profesión, Bellas Artes, tenía su propia galería de arte, era profundo, era divino, Don Alberto, era un conocedor del mundo, del destino, de las emociones, de esas preguntas con respuesta, daba charlas y conferencias en esa universidad, los alumnos le tenían como ese colega que les daba confianza, era todo un personaje, en su propia película de la vida, con la enfermedad del olvido, sus recuerdos en otra memoria, el centro, sus últimos días, y esa despedida con una sonrisa, Don Alberto, fue especial, un ser extraordinario...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

AQUELLAS NOCHES DE VERANO...


Aquellas noches de verano, mis charlas con Aurora, esa señora que dejo huella en mi vida, conocerla fue enriquecerme de libros abiertos, era una adelantada a su propia vida, fue maestra en aquella escuela, durante muchos años, y los niños, la querían tanto, la adoraban, tenía esa sensibilidad que sólo tienen las personas buenas, me miraba, la miraba, la observaba, y era sumamente transparente, era auténtica, natural, amaba a los animales, amaba a su alrededor, a su esposo, Carlos, un hombre bueno, honrado y trabajador, cuantos recuerdos al lado de ella, de Aurora, en esas noches inolvidables de un verano de otro ayer, sus anécdotas sus  vivencias, las historias convertidas en leyendas, la llegada de sus hijas gemelas, Amparo y Encarna, la llegada años después de sus nietos, Vanessa, Nerea, Diego y Daniel, tenía esa familia admirable, perfecta, con esa ternura interior, Aurora era esa bondad, era alegría, era verso y prosa a la vez, cuando la enfermedad del olvido, se apodero de su mente, de sus recuerdos, de sus memorias, siempre le dí ese amor infinito, esos besos, esos abrazos, se fue otra mañana de verano, rodeada de ese inmenso amor, que ella nos dió...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

viernes, 12 de agosto de 2016

OLVIDADO CAMINAR...


Olvidado caminar para ese paciente enfermo de Alzheimer, de esa enfermedad del olvido, que se llevo sus recuerdos, su mente, y su propia vida, le hace el cariño que le da su familia, su alrededor, las personas que le quieren, que le aman, un abrazo, un beso, aunque ya no sepa quien se lo da, le hace sentir esa protección, y preguntarle, decirle, contarle, que se haga sentir importante, que ejercite su memoria, que se le haga esa gimnasia mental, para que vuelva a integrarse, a preguntarse, el enfermo del olvido, necesita esa dulzura, esa esencia, ese te quiero en su oído, nuestra amiga Carmen, ahora descansa en su casa, y está protegida por su esposo, y por esa chica que la cuida, de nombre, Celine, y a Carmen, se le da esa ternura que ella necesita, y lo comprende, y lo sabe, está en su mundo, en su propia historia, pero Carmen, vive protegida, lo dice su mirada, risueña, despierta, sin saberlo, este destino le da una nueva oportunidad, en su olvidado caminar...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

EDMUNDO...


Edmundo era un señor observador y reservado a la vez, llego de muy lejos, a nuestra ciudad, y ya se quedó, fue militar, durante muchos años, se casó, con Verónica, y fueron un matrimonio feliz y admirado, ella, era periodista y era redactora de un periódico de la ciudad, tuvieron tres hijos, Oscar, Jaime y Carolina, estaban todos muy unidos, eran una gran familia, Edmundo devoraba los libros, le apasionaba la lectura, solía asistir a esos cursos de lectura en la biblioteca, era una persona maravillosa, empática, con ese saber hacer en cada momento, más tarde llegarían los nietos, Fran, Víctor, Mateo y Tatiana, esta última la debilidad de Edmundo, por ser la única nieta, muchísimos años después, la enfermedad del olvido, le dejo sin recuerdos, y aquella chica que le paseaba era su paño de lágrimas sin saber, sin entender, porque Edmundo, ya no podía conocer, aquella depresión, le hizo partir a su nuevo mundo...Feliz fin de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

jueves, 11 de agosto de 2016

EL SEÑOR JOSÉ...


El señor José, el recuerdo de tantos recuerdos, era la elegancia personificada, era la magia en sus realidades, valoraba lo positivo, lo auténtico, adoraba el arte, fue profesor de Bellas Artes, le encantaba pintar, la pintura ocupaba el tiempo libre, unos años después, expuso sus obras, en esa galería de arte, y así era feliz, nunca se casó, pero vivió con su amor de siempre, Teresa, ella le hacía comprender el valor de las cosas, de la sensibilidad, de los motivos, ella era esa dulzura personificada, que hacía que el señor José, comprendiera el verdadero sentimiento, a los dos les encantaba el arte, el momento en miles de minutos, se adoraban, se querían, estaban echos el uno por el otro, con esa atracción, con ese corazón, en lo más íntimo de la dulzura, cuando le conocí, me pareció esa persona maravillosa, que te encuentras una vez en la vida, el Alzheimer llegó a su vida, cuando había ido cerrando etapas, su retiro, sus paseos, esos abrazos que ya se olvidaron en algún lugar de otra memoria, la desorientación, y un caminar sin rumbo, se fue, sin darse cuenta, porque ya estaba en su mundo...Feliz jueves, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

RECORDANDO A PAULINA...


Recordando a Paulina, esa dulzura de mujer, de señora, de Doña, en esos tiempos de otro ayer, en las tardes de un verano, en su puerta, allí en el pueblo, las anécdotas de sus minutos de esos días, era la sinceridad. la emoción, de como conoció a Martín, su marido, el rey de sus noches, el amor, que nació a raíz de una sincera amistad, la boda de ambos, el nacimiento de sus hijos gemelos, Mike y Luis, los regalos de una ilusión, el motivo, nuestros paseos por esos alrededores, el día que conoció a sus nueras, sus bodas, el disfrute de esos bailes, unos años después, la llegada de sus nietos, Enrique, Sandra y Francisco, siempre tan imprescindibles en su vida, Recordando a Paulina, tan especial, tan auténtica, con esa magia en su interior, esos paseos con su bicicleta, amante del deporte, de la vida sana, de su libertad, cuando se fue Martín, la ausencia, la soledad, la depresiòn, la llegada a los ochenta, el olvido, la enfermedad del olvido en su cabeza, algo por decir, sin decir nada, ese centro, su mirada pérdida, ese adiós, sin adiós, una huella de ese pasado...Feliz jueves, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

miércoles, 10 de agosto de 2016

LA VIDA QUE FUE...


La vida que fue, para Braulio, un señor, con ese toque de elegancia, de saber estar, de saber comprender, de amar con toda su alma a su señora, Begoña, una mujer maravillosa, que transmitía esa ternura, ese encanto, esa simpatía, Braulio, era periodista, había sido profesor, en la universidad de Ciencias de la Información, y le encantaba devorar libros, escuchar música clásica en las mañanas cuando hacía ejercicio, pasear por esas calles de su ciudad, en esas tardes de otro sol, y de vez en cuando asistir al teatro, para disfrutar de esas obras maravillosas que le hacían sentir, vivir, y ante todo imaginar su profesión truncada, la de ser actor, siempre quiso ser un gran actor, y finalmente el periodismo, se puso en su camino, con los años, con el tiempo, la vida de Braulio, dio un cambio radical a su caminar, cuando su mente comenzó a deteriorarse cuando el olvido, y la enfermedad del olvido, hicieron mella y ya no volvió a ser, ese centro, y una inmensa tristeza, fueron el detonante, para su partida hacia esa otra orilla...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

AQUEL SUEÑO...


Aquel sueño, en esa vida de Lourdes, que ya quedo atrás, eran tantas las realidades, en esos días de una iniciada primavera, nuestra amistad, la sonrisa, la alegría, esas anécdotas, el duende de sus pensamientos, la maravilla personificada en sus palabras, el día que nos conocimos, la simpatía tan sumamente auténtica, sus palabras cargadas de ternura, de dulzura, de sensibilidad, su amor, hacia su esposo, Antonio, que lo quería con toda su alma, que lo adoraba, sus hijos, Nicolás y Antonio, más tarde, como disfrutaba, como se ilusionaba con la llegada de sus nietos, Leo, Marcos y Estrella, eran esa inspiración que me hacen vivir y sentir, decía ella, siempre, Lourdes, era esa magia que andaba por nuestra vida, por nuestro caminar, su profesión, escritora de la vida, de los minutos de una felicidad, su talento para escuchar esos problemas cuando le decía, y ella me aconsejaba, todo cambio, todo se derrumbó, cuando la enfermedad del olvido, le hizo olvidar los recuerdos, la memoria de una vida de anhelos, sus últimos días con esa chica que la cuidaba, los besos de sus hijos y nietos, y el renacer de otra alba, cuando partió a ese cielo, donde ya es recuerdo, su recuerdo...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

martes, 9 de agosto de 2016

DE NÁPOLES...


De Nápoles, llegó un día a nuestra ciudad, Abelardo, era un viajero de su vida, de su mundo, en aquel trabajo en ese hotel, conoció a Herminia, y se hicieron inseparables, eran dos amigos, que estaban encantados de estar charlando, dialogando, entre anécdotas y otros suspiros, Abelardo fue un italiano especial, que sabía dejarse querer con ese sentido del humor, con esas horas de otras sonrisas, era único en todo lo que hacía, lo que decía, se dieron cuenta que se habían enamorado, y tras un periodo de noviazgo, se casaron, unieron sus vidas, más tarde, los hijos, una vida completa, entre el trabajo, la diversión, los viajes, los motivos, los anhelos, la felicidad, y siendo felices a la vez, el largo recorrido, sin mirar a ese pasado, los nietos, en otros amanecer, la vida seguía continuaba de una manera, de otra manera diferente, y en la soledad, llegó, el olvido, la enfermedad, la oscuridad en otras lágrimas, y la partida, de ese Abelardo a su otra divinidad...Feliz martes, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

UN DESIERTO DE ESA MEMORIA...


Un desierto de esa memoria, sin memoria, ella, ya no recordaba, ya no era, una vez fue alguien importante, tuvo una vida anónima y discreta, con ese nombre, con esos apellidos, fue una dama de la canción, desesperada en una melancolía, se enamoro una larga tarde de sol, de esos tiempos de azúcar, de Rubén, aquel hombre de apariencia frágil y fortaleza interior, la cuido, la amó hasta las últimas consecuencias, le dedico su tiempo, se hicieron felices, nunca se casaron, no era importante, estaban bien juntos, se adoraban, se valoraban, se admiraban, se sentían, eran dos almas, en una, un día nació, su hija, Soledad, dos años después, su otra hija, Vanessa, y tres años más tarde, llegó Ramón, llevaban recorrido, habían formado una familia, era la hora, era el momento, se casaron, con sus hijos de testigos, y nació una nueva emoción, una energía, Eulalia,  era otra mujer, en su mundo, en su ambiente, en su alrededor, los años sucedidos, los sabores, sinsabores, las ausencias, la soledad, la enfermedad del olvido en su mente, esos días en aquel centro, la mirada perdida, el adiós, sin decir nada, todo fue un desierto en la lejanía de otros días...Feliz martes para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

lunes, 8 de agosto de 2016

SINCERIDAD EN AQUEL MOMENTO...


Dos amigas de toda la vida, Antonia y Gloria, siempre unidas, pero un hombre las separó, se fueron a enamorar de Bartolo, pero este se fue a casar con Antonia, esa amistad desapareció en un arranque de sinceridad, porque el camino era el trazado, Gloria, se fue de aquel pueblo, y llegó a la ciudad, rehizo su vida, con Manuel, tuvieron tres hijos, y comenzó un caminar a su manera,  a su antojo, Gloria nunca más supo de Antonia, porque de la amistad, paso a la nada, a lo imposible, ni tan siquiera el destino, las volvió a unir, Gloria formó una familia muy bonita, y ya se olvido de ese pasado, que sólo fue pasado, la sinceridad de aquel momento, hizo, que Gloria fuera ella misma, quería con toda su alma, a Bartolo, fue su caminar, su compañero de fatigas, un hombre ante todo bueno, honrado y trabajador, con los años, Gloria enfermó de esa enfermedad del olvido, le hizo olvidarse de todo y de todos, se fue una mañana de primavera, quedo su recuerdo, su huella...Feliz inicio de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

DE LA AUSENCIA A LA REALIDAD...


De la ausencia a la realidad, aquella Escolástica, una mujer con esa divinidad, con esa simpatía, con el saber estar, que transmitía esa paz interior, el saber estar en sus palabras, en sus motivos, una vida llena de lucha, de mirar hacia adelante, sin miedos, se casó con Federico, un hombre bueno, que se dedicaba al campo, tuvieron dos hijos, cuatro nietos, eran una familia, digna, ejemplar, que se llevaban bien con todo el mundo, Escolástica vino un día de lejos, y se quedo en la ciudad, por amor, trabajo en aquella fábrica, y su vida fue de hacer el bien, de paseos, de salidas con amigas, de transmitir esa magia, en sus momentos, en su forma de ver la existencia, con el tiempo transcurrido, la enfermedad del olvido, se centró en su cabeza, y ya no volvió a ser, ya no conocía, ya se desorientaba y aquel centro, fue testigo de sus últimos días, siempre con ese cariño que todos le daban...Feliz inicio de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

domingo, 7 de agosto de 2016

LA YAYA DE CAROLA...


La yaya de Carola, como la llamaba ella, era una persona inolvidable, que siempre será inolvidable, se llamaba Enriqueta, era del puro Madrid, del más castizo, era la alegría personificada, sabía utilizar a cada momento esas palabras para que los demás disfrutaramos a su lado, lo hacía todo fácil, a la altura de cualquier circunstancias, había tenido una guerra muy dura, muy difícil, con una melancolía, la pérdida de sus padres, de sus hermanos, todo le marcó, pero le hizo ser más fuerte, Carola, se desvivía por su abuela, por eso le decidió escribir un libro, en su honor, como homenaje, como fidelidad, a esa persona encantadora, Enriqueta, se caso, por amor, por un amor puro y sincero, veía en Luis, a ese hombre que andaba buscando, tuvieron tres hijos, Carola, Manuel y Constantino, todos ellos con una gran humanidad, con una gran dulzura en sus corazones, después llegarían los nietos, Carola, Bea, Borja y Manuel, eran la familia perfecta, ante ese caminar maravillado, con los años, con la edad, Enriqueta comenzó con sus olvidos, cada vez más, y esa enfermedad del olvido, entró de lleno en su cabeza, para que dejara de ser, Carola la protegió, la lleno  de besos, de abrazos, y ante todo le dió ese amor, un amor infinito...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

OBSERVANDO A LAS GOLONDRINAS...


Cristina, en aquella silla en su terraza, en pleno verano, observaba esas golondrinas, que se sucedían, que la miraban a ella, sin detenerse, siempre lo llevo en mi retina, en mi memoria, era una mujer que adoraba la naturaleza, que adoraba a las aves, tenía dos canarios, que alegraban su existencia, la recuerdo, con esa sonrisa siempre en sus labios, era positiva, veía la vida en un color de amor, porque ella era un verdadero amor, era la ternura, y la dulzura personificadas, valoraba cada momento de su existencia, era especial, era única, Cristina, se caso, con un hombre maravilloso, de nombre, Rafael, que la protegía, que la abrazaba, que le decía palabras bonitas, al son de una música celestial, porque él era músico, en una banda, a Cristina le encantaba cantar, tenía una voz excepcional, sabía lo que quería a cada momento, era un corriente de vitalidad, tuvieron cuatro hijos, Fernando, Aurora, Mateo y Engracia, y cinco nietos, que eran la razón de ser, su razón de ser, Hugo, Abel, Cristian, Vanessa y Carla, unas personitas maravillosas, los años, la sucesión del tiempo, la pérdida de Rafael, acontecimientos negativos en su vida, hicieron, que la enfermedad del olvido, se plasmara en su cabeza, y ya no pudiera ser, el centro y sus últimos días, me queda ese recuerdo de esa sonrisa, y su clara mirada...Feliz domingo para  los familiares y amigos  de enfermos de Alzheimer.

sábado, 6 de agosto de 2016

SE LLAMABA COLASA...


Se llamaba Colasa, llegó de lejos, muy lejos, a nuestra ciudad, trabajo en aquella fábrica de algodón durante años, un día se caso con Víctor y en los años siguientes, nacieron sus hijos, Antonio, Tomas, y Carola, eran una familia como una piña, siempre muy unidos, Colasa, siempre fue una madre ejemplar, sabía por donde quería ir, era una adelantada a su tiempo, su alegría era su arma favorita, le encantaba bailar, ser ella misma, disfrutar, saborear esos momentos, los veranos, esos días a la playa, esos viajes, los motivos de esas razones, cuando su marido la abandonó, y nunca más volvió, Colasa nunca lo pudo comprender, nunca comprendió los motivos de aquella huida, se dedico a cuidar a sus hijos, a sus nietos, y a observar ese destino, por su misma actitud, por su reflexión de un único renacer, con el tiempo sucedido, comenzaron los olvidos, la desorientación en plena calle, el centro, cuando ya no conocía a nadie, y ese triste final...Feliz sábado para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

MOMENTOS DE LUCIO...


Momentos de Lucio, en ese pueblo, en la soledad, y en la cercanía, al lado de ella, su esposa, Isabel, en esa infancia de sus hijos, Paulo y Oscar, le recuerdo en esos paseos, de esas tardes de sol, con sus amigos, Berto y Faustino, los mejores, los únicos, dónde charlaban en ese parque de la plaza, y contaban batallas, y volvían al comienzo de su juventud, de su época dorada, de las guerras, y después de las guerras, Lucio, era un hombre que se dejaba querer, sentir, saboreaba la dulzura, la ternura, la sensibilidad, y sonreía, siempre sonreía, nunca estaba de mal humor, estaba echo de buena pasta, era elegante, culto, porque fue maestro de esas escuelas de los pueblos de montaña, le gustaba de estar a la orden de las últimas noticias, el peor día de su vida, fue cuando en ese accidente, murió su hijo, Oscar, con treinta años, ya nada fue igual para Lucio, se cerro a la vida, a su alrededor, entró en una tristeza interior, en una depresión, y camino hacia la enfermedad del olvido, ese alzheimer que le llevo a su último destino...Feliz sábado para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

viernes, 5 de agosto de 2016

LA TRISTEZA DE PASCUAL...


La tristeza de Pascual, me llegó al alma, siempre estaba triste, su esposa se había muerto en aquel incendio, la única hija del matrimonio, se fugo con un señor mucho más mayor que ella, y se fue lejos sin volver nunca más, Pascual nunca supo organizar su vida, su segundo, de su propia vida, vivía sólo, daba paseos en esa soledad que le acompañaba, nunca quería que nadie estuviese en su vida, no lo podía permitir, siempre solitario sin rumbo fijo, Pascual lloraba en silencio, le veía y me quería aproximar a su lado, pero nunca me atreví, se le veía tan necesitado de amor, de cariño, de que alguien le diese un abrazo, los años se fueron sucediendo, y si, un día, conoció a una señora, y fue su acompañante y su paño de lágrimas durante un tiempo, hasta esa enfermedad del olvido, que domino su mente, y ya dejo de ser, Pascual, se fue del mundo, sin saber lo que era la felicidad, nunca la llego a conocer...Feliz fin de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

EN ESOS DÍAS DE INVIERNO...


En esos días de invierno, Felicidad y yo, eramos cómplices de nuestras charlas constantes, era de esas personas adelantadas a su tiempo, maravillosas y auténticas, siempre vivió en pareja, nunca quiso casarse porque nunca le gusto lo correcto de aquella sociedad reprimida en la que se vivía, Felicidad era una joven liberal en todas las etapas de su vida, con Jorge, se amaban, se comprendían, se ilusionaban cada día, cada segundo, viajaban, participaban en manifestaciones por los que ellos creían que tendrían que haber unos derechos, Felicidad era única, se podía dialogar de todo, sin problema alguno, tuvo tres hijos, Fer, Lucas y Juanjo, admirables y auténticos como ella, para mí fue la persona más inolvidable que ha existido en mi vida, la recuerdo en cada segundo, y siento esa tristeza, cuando comenzó con esos olvidos, y esa enfermedad del olvido, ya fue un centro en esa memoria, sin memoria, Felicidad, se fue en unos años, tras permanecer en aquel centro, con mis abrazos cuando la visitaba, me miraba y me decía, te conozco desde siempre, recordada Felicidad...Feliz fin de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.

jueves, 4 de agosto de 2016

LOS DÍAS DE GINES...


Los días de Gines, en aquel balneario, con ella, su esposa,  esos días de calma, de tranquilidad, de relax, para  la mente, para el alma, sus escritos, las poesías, las formas de ver su vida, la inspiración, los motivos, Gines era ese hombre inolvidable, porque hacía la vida fácil para los demás, para su alrededor, sabía ser en cada momento, sus hijos le adoraban, sus nietos eran su admiración, trabajo durante muchísimos años en aquella fábrica de algodón, gozaba de esa empatía con sus compañeros, con sus ayudantes, con todo el mundo, cuando su hijo mayor, tuvo esa grave enfermedad, y estuvo a su lado en todo momento, cuando se curo, dio las gracias, porque Carlos, se recuperó de esa sensibilidad en su vida, Gines, era de esas personas imprescindibles que están siempre en una vida de su mismo alrededor, a Clara, su esposa, la cuidaba  todo  el tiempo, con los años, con el tiempo transcurrido, la enfermedad del olvido, llegó a su vida, a  la vida de Gines, y aunque su mente ya  no le acompañaba, se dejo querer por su familia, por sus seres queridos, en mi mente tengo los momentos de una felicidad compartida, que pasamos a su lado, esos días de Gines, que hoy descansa en esa otra orilla, junto a ella, su gran amor...Feliz jueves, para los familiares y amigos, de enfermos de Alzheimer.

INESPERADA MIRADA...


Jesús esta internado en ese centro, de enfermos de Alzheimer, desde hace unos años, está en esa fase final de esa enfermedad, donde ya no quedan los recuerdos, era el mejor amigo de mi padre, en sus últimos años, y yo lo voy ha visitar cada día, le abrazo, le sonrío, le transmito mi protección, le leo historias, cuentos, relatos, él me observa, sin entender, sin conocer, pero creo que piensa algo, sabe que soy alguien cercano, o que fuí algo en su vida, casi un familiar, casi como de la familia, pero me quedo con esa inesperada mirada, y esa  sonrisa, cuando le seguía  leyendo esas divinidades que supongo le llegaban alguna vez al alma, una de las veces, me dijo, eres tu verdad, yo le pregunte si sabía quien era, y dijo mi nombre, me sorprendió cada vez más, Jesús tuvo una vida de mucha intensidad, sin parar un segundo, su trabajo en ese bufete de abogados, cuando se caso con Ramira, la llegada de Abel, y Oscar, más tarde sus nietos, Lorenzo y Marta, los viajes a París, esa ciudad del amor, con ella, el gran amor de su vida, su otra mitad, Jesús, vivió los verdaderos sentimientos en su piel, valorando lo que verdaderamente importaba, hoy sigue en ese centro, sin memoria pero con ese ápice de esencia, en su misma ternura...Feliz jueves para los familiares y amigos, de enfermos de Alzheimer.                     

miércoles, 3 de agosto de 2016

EL SEÑOR MANUEL...


El señor Manuel, fue un reconocido médico de la ciudad, casualmente era vecino nuestro en ese barrio de la ciudad, era un hombre auténtico, hacía números de magia en sus ratos libres, porque cuando se retiró de su trabajo, sus actuaciones eran numerosas en las fiestas de ese barrio, el señor Manuel, era la inspiración en persona, con su esposa, Ángela solían viajar a ciudades que le decían muchas cosas, pero ante todo le encantaba Ginebra, decía que era un espejo en la misma ciudad, por su limpieza, por la simpatía de sus gentes, su hija, Rosaura, residía allí, y todo les venía de paso, y de estancia, le encantaba escribir, el teatro, jugar al tenis, al voleibol, el deporte era ese número uno en su vida, sus hijos, Merche, Rosaura, y Carlos, estaban muy unidos a ellos, y más tarde sus nietos, Nicolás, Baltasar, y Nadia, todos ellos admiraban a su abuelo, años después y ante el tiempo transcurrido, el señor Manuel, comenzó con esa mente en la nada, el olvido, la enfermedad del olvido, ese centro, sus últimos años y su despedida, sin despedirse...Feliz miércoles, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.