Como una nostalgia, de ese tiempo de ese ayer, Francisca, en la puerta de su casa, allí en ese pueblo, con la sonrisa en sus labios, cuidando de su nieto, Lucas, de dos años en esa época, yo llegaba me sentaba a su lado, y esas anécdotas dejaron esa huella en mi destino, Francisca había sufrido mucho los desastres de la guerra, su marido había ido a luchar al frente, y una bomba se lo llevo, era una gran luchadora de su propio destino, a pesar de todo, su sonrisa nunca se borraba de sus labios, no estaba sóla, no se sentía sola, nunca tenía miedo de nada, era esa magia personificada que caminaba por su rumbo, Francisca unos años después tuvo que cambiar de ciudad con su hija, con sus nietos, y su vida volvía a cambiar, a ser distinta, fueron momentos, viajes, encantos, hasta que a los noventa, la mente ya no era, ya no le recordaba, ya no sabia quien era ella, Francisca unos años después, se fue a su destino, en su propio cielo...Feliz martes para los familiares y amigos de enfermos de alzheimer.
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