La señora Elvira, era una persona inolvidable, cuando se le trataba, cuando esas charlas eran tan sumamente amenas, en su juventud, entró en un convento, porque creía que había sentido la llamada de Dios, pero tras un tiempo en aquel monasterio, se dió cuenta, de que no era así, que necesitaba salir, vivir, enamorarse, pasarlo bien, decidió dejar los hábitos a los treinta, y comenzar una nueva etapa, trabajo de sirvienta en una casa de unos señores adinerados, y allí se enamoró de Lucas, el hijo de los señores, naturalmente era una pareja imposible para llevar a cabo su amor, pero ellos dos lo hicieron posible, se fugaron lejos, muy lejos de esos padres, y en una lejana ciudad como la nuestra comenzaron una nueva vida, partiendo de cero, él trabajo en una academia como profesor, y ella, se hizo modista, un día se casaron, tuvieron tres hijas, y la señora Elvira, fue esa adelantada a su tiempo, en un tiempo reprimido, vivió años maravillosos, al lado de su familia, de los momentos, de los viajes, de las bodas de sus hijas, el nacimiento de sus nietos, el accidente que se llevo a Lucas, otra vida, la depresión, y ya a sus ochenta, el olvido, el centro, y su despedida, sin despedirse, Elvira, fue una huella inolvidable, en vida, y en el recuerdo...Feliz inicio de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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