Veladas olvidadas, en la mente de Sebastián un amigo de papá, que paseaba hasta el casino de la ciudad, y allí compartía esas veladas ante un café y un periódico, era un señor con una clase infinita, había sido profesor en una universidad, se casó un día de abril de hace muchísimos años con Laura, su otra mitad, y la luz de su vida, tuvieron cinco hijos, y cuatro nietos, y Sebastián era feliz, en su mundo familiar, en su mundo de amigos, en su mundo, siempre adelantado a su tiempo, disfrutaba con la ópera, con el arte de esos cuadros que pintaba en sus ratos de nada que hacer, sus paseos al campo, con sus nietos, las anécdotas vividas al que le gustaba de narrar, esa sonrisa siempre en sus labios, la magia de sus palabras, Sebastián sabía ser en cada momento de sus muchos momentos, cuando Laura enfermó y se fue un tiempo después, él se centro en sus reuniones, en sus dobles paseos en soledad, o en compañía de su mejor amigo Javier, y con el tiempo transcurrido, la edad y otros acontecimientos, aquellas veladas ya no entraban en la memoria de Sebastián, que ya no recordaba, y esa enfermedad del olvido, le hizo partir hacía otra divinidad, su divinidad...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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