Recuerdo de esa señora de nombre Irene, con la sonrisa en su rostro de agradecimiento, con la dulzura en su interior, era la mejor amiga de una tía, y parece como si la conociese de toda la vida, se dejaba querer, y se hacía sentir, era una enamorada de la poesìa, de echo ella escribía, plasmar sus inquietudes era la divinidad anhelada de cada segundo de su propio bienestar interior, su esposo, Guillermo era su debilidad, los dos se protegían mutuamente, y siempre se sentían bien el uno con el otro, llegaron un día a la ciudad de Sevilla su ciudad natal, y junto a sus dos hijas vivieron cada momento con ese pensamiento positivo,que les hacia ser mejor personas, Irene tenìa el encanto personificado, sabía hacía dónde quería ir, porque ha ella le motivaba, cuando tuvo que viajar por esa enfermedad hacia esa clínica, sentí un tanto de melancolía, nos alegraba la existencia constantemente, porque era la alegría recorría toda ella, con el suceder de los años, comenzó con la desorientación, con los olvidos, el diagnostico, se dejo morir, día a día, porque no quería ser una carga para nadie, nos queda el recuerdo de Irene, una mujer emotiva, una mujer en la sinceridad de su otra oportunidad...Feliz inicio de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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