Guillermina se llamaba, la conocí en la ciudad de Valencia en uno de mis viajes, de mi empresa, ella estaba en aquella cafetería con su nieta Paloma, nos miramos, y me dijo como esta joven, me acerca a dialogar con ella, a partir de aquel momento comenzó entre nosotras una bonita amistad, que duro muchísimos años, yo la iba a visitar, ella venía a verme, estaba casada con Juanjo una persona maravillosa que se merecía la pena conocer, tenían cuatro hijos, que eran cuatro joyas de la naturaleza, eran la sensibilidad y la simpatía perfecta, más tarde llegarían sus nietos, Martín, Leo, Blanca y Mario, fue una familia muy especial para mí, con los años, Guillermina enfermó con sus piernas, su esposo murió, y ella comenzó con esos olvidos, con esas desorientaciones, y el Alzheimer llegó a su memoria, yo la seguía visitando, ya no me conocía, la abrazaba, la besaba, le daba amor, el amor que verdaderamente necesitaba, a pesar de su olvido, yo fui especial para ella, Guillermina siempre en mi mente...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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