El tío de Carol, era un duende de su propio destino, con dulzura y encanto se aproximaba a los demás, era muy dicharachero, le gustaba de reírse de si mismo, sus viajes eran esa debilidad que le hacía recorrer todo el mundo, en compañía de su esposa, Esperanza, a los dos les encantaba vivir la vida con esa ilusión, con optimismo, Carol hablaba maravillas de Elpidio que así se llamaba, les encantaba la zarzuela, y solían disfrutar de esos momentos musicales, en el salón de escenarios, donde se celebraban, caminaban por ese rumbo que ellos mismos se habían trazado y a su manera eran más que felices, los paseos por el parque a los dos les hacía mucho bien, con los nietos y con los sobrinos también departían largas horas, en esas tardes de sol, la enfermedad del olvido fue una mella que ya se perdió en su mente, Elpidio, era un enfermo que apenas conocía, y al perder a su esposa, todavía sin saberlo sentía más ese vacío sin saber nada...Feliz jueves para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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