Andrés siempre fue un enamorado de la vida, de ese amor por el teatro, por el arte en general, por la cultura, le encantaba asistir con su esposa, Lola, ha los innumerables teatros de ese centro de Madrid, era un castizo de pura cepa, de profesión, abogado, tenía su propio bufete, con dos de sus hijos, era un hombre con una cultura maravillosa, adelantado a su tiempo, a su destino, disfrutaba con esos paseos a la luz de una luna, en esas noches de verano, disfrutaba con la aventura, con esos paseos por la playa, sobre la arena, de esos baños al fondo de ese mar, rozando la libertad, era un políticamente incorrecto de la vida, era un rebelde, sin agarrarse a nada, sin echar la vista atrás, era auténtico, era un encanto de persona, en ese mundo de alrededor, cuando se retiro de su trabajo, le gusto formar un grupo de teatro con su grupo de amigos, hacían obras y se divertían, fueron años de disfrute personal, de encontrarse muy bien consigo mismo, hasta que los años, el tiempo transcurrido, y ante esos noventa, Andrés entró en esa enfermedad del olvido, y hoy con ese Alzheimer, él está en su mundo, se siente tranquilo, en calma, quizá sin conocer, se siente protegido, en su único destino...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario