Amparo, era una mujer con esa magia de autenticidad, y con esa alegría en su interior, era una dama de la vida, de ese libro abierto a la realidad, le apasionaba la lectura, el sentirse protagonista de aquellas historias, que ella visualizaba, un día en un momento, comenzamos nuestra amistad en aquel paseo, yo con mi chico, ella con sus amigas, fue sólo una mirada, las dos sonreímos, nos pregunto para cuando la boda, yo le dije que no creía en el matrimonio, creía en la pareja, en el amor de ese presente que estábamos viviendo, cuando yo termine con Manu, mi chico, ella fue la primera en saberlo, y estaba yo bastante triste, y Amparo, me dijo que el mundo allí no se terminaba despuès me centre en mi teatro, en mi vida, y si, conocí a Lalo, fue un flechazo, era mi vida, en las confidencias con Amparo, esa maravilla de persona, de mujer, y de un todo, ella creía en el amor, en la pareja, en los reencuentros, era una enamorada del amor, también estaba enamorada de Albert, un hombre apasionado con ese destino interior, los años, el tiempo, las ausencias, y Amparo ante esa enfermedad del olvido, el centro, y su final, hoy es mi recuerdo, mi voz de la inspiración en otro cielo...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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