Hace unos cuantos años, cada tarde, yo subía de mis sesiones en el hospital, de la rehabilitación, y ellos estaban sentados, en aquel banco del paseo, ella se llamaba, Pilar y su marido, Venancio, cuando yo les saludaba, ellos esperaban mis charlas, me preguntaban, les preguntaba, eran amables, eran sensibles, ante esa vida, con sus hijos, que parece ser, no les daban ese cariño, que necesitaban, que anhelaban, Pilar, era muy sentimental, una buena persona, su marido, tenía más carácter, pero tenía un corazón enorme, y una agradable forma de ser, se fueron sucediendo los años, y Pilar ya tenía olvidos, ya su mente no era la misma, ya su memoria le nublaba esos recuerdos, más tarde ya me entere que los habían llevado a un centro, Venancio se fue antes que su esposa, aunque ella ya no sabía, ya no conocía, y tampoco se dió cuenta cuando él se fue, los hijos nunca se preocuparon por ellos, muy lamentable siendo que ellos, lo dieron todo por sus hijos, durante años, eche en falta ese saludo de buenas tardes en aquellas tardes de otro sol, en otra luz...Feliz jueves para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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