Aquella Fanny, una señora diez, adelantada a su tiempo, a su origen, sabía ser, sabía tener ese principio en milésimas de segundo, llegó un día de lejos, por amor, y se quedo en la ciudad, con Rubén el amor de su vida, el que le cambio, su forma de ver la vida, ella como maestra, él como periodista en un afamado periódico, tuvieron dos hijas, dos nietos, y les encantaba coleccionar sellos, los paseos de media tarde, los juegos de mesa en aquel bar, también les encantaba viajar, sentir la brisa de la playa, en ese mar que les transmitía calma, Fanny, era una enamorada de las poesías, de las obras de teatro, admiraba a esos actores que hacían una gran labor en ese escenario, un día se fueron con su esposo a esa ciudad dónde los dos resurgían hacia la renovación de los sentidos, Venecia, allí en esas góndolas daban sus paseos por esos canales, y sonreían, y eran felices, en una felicidad que se fue de esa mente cuando muchos años después Fanny, se topó con esa enfermedad del olvido, y el suspiro se fue a otro destino...Feliz inicio de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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