La carta de Marisa, fue muy importante para su hija, Sandra, la única perla de su vida, que decía siempre, tuvo que enfrentarse a su propio destino, se quedó con su hija muy pequeñita, porque aquel hombre las abandonó, lucho por su propia vida, la sacó adelante, fue un motivo para seguir viviendo, su propia niña, cuando se hizo mayor, le ayudo en todo, en su carrera, en su profesión, estuvo a su lado, en todos los momentos, Marisa, se dedicaba a la enseñanza en un colegio público, y Sandra asistía a ese mismo colegio , el día de la boda de su propia hija, cuando fue abuela por primera vez, de ese niño llamado Fidel, vivieron muchos momentos y muy bonitos, cuando se sucedió el tiempo, y Marisa ya se veía mayor, le escribió una carta a Sandra, para que supiera, para que la leyese, quizás cuando ella, ya no tuviera bien la memoria para poder recordar, sin tan siquiera imaginar, que aquella enfermedad del olvido, le borró esos recuerdos, y ya no recordó ni tan siquiera a su propia hija, Querida hija, cuando leas esta carta, quizás ya no esté contigo, o tal vez mi mente ya no me acompañe, quiero que sepas, que tú has sido lo más importante de mi propia vida, que tu padre nos abandono una larga tarde de sol, y nunca más supimos, vivimos juntas, me diste ese sentido, y esa sensibilidad para ser más feliz, quiero que nunca me olvides y que siempre me lleves presente en tu conciencia, sé que estaré a tu lado, te amare siempre, cuando Marisa se fue Sandra, leyó la carta y recordó esos dulces momentos al lado de su madre...Feliz martes para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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