Se llamaba Teresa, fue una maravilla de persona en todos los sentidos, la conocí en un día de mi adolescencia en aquella reunión inolvidable, su sonrisa y mi sonrisa congeniaron, y las dos unimos nuestra amistad, todo fue muy fácil, entre ella y yo, a partir de aquel momento, tuvimos esa complicidad, que nos hacía ser especiales a las dos, su peluquería, su marido Jesús, el novio telefónico Agustín, las anécdotas, las risas y sonrisas a la vez, ella fue mi inspiración, durante años, porque eramos cómplices en esos tiempos de azúcar en esas tardes de otro café, Teresa era amante de los animales, cuando tuvo a la Chita, todo màs fácil, mas emotivo, esas mañanas de un paseo, con los años, la soledad, el deterioro, y esa enfermedad del olvido, que la llevó al principio de su propio final, sin poder recordar, sin poder vivir, lo vivido, en algùn lugar de la memoria...Feliz noche para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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