Recuerdo a el señor Miguel, una persona muy dicharachera, que cuando te miraba nunca le faltaba guiñar ese ojo, tenía mucha picardía y un gran sentido del humor, en las reuniones con sus amigos, siempre contaba su particular chiste, para que todos lanzaran una sonora carcajada, era la alegría personificada, su pareja, Rosaura, también era como él, y juntos eran esa pareja de cómicos de nuestro barrio, los dos eran amigos de papá, y cuando venían a casa, sus veladas eran muy amenas, tenían dos hijos, Víctor y Eugenia, y dos nietas, Laura y Helga, para mí fueron una familia encantadora, durante muchísimos años, cuando a el señor Miguel, le llegaron esos olvidos, todo comenzó a cambiar, la partida de su esposa, y cuando fue llevado a ese centro hasta que se reunió con ella, nunca les olvidare...Feliz sábado para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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