Misericordia era la sonrisa plena que pasó una vez por mi caminar, la conocí en ese baile de la tercera edad, cuando fuí a buscar a mi padre, ya que fue un gran bailador, me la presentó y desde aquella tarde comenzó entre las dos una bonita amistad, me presentó a su esposo, Luis, a sus hijos, Manuel y Rosalía, a sus nietos, Carlo, Mario, Sofia y Carol, todos maravillosos, y llegue a conocer a su primer bisnieto, Hugo, nunca olvidare aquellos momentos al lado de Misi, como la llamábamos siempre, esos paseos, sus vivencias, las anécdotas, las risas y las sonrisas, fueron momentos de una inmensa felicidad, todo comenzó a cambiar cuando esos olvidos comenzaron a formar parte de su mente, la partida hacia ese centro, y su final, en una tarde de invierno, entre el sol, y la niebla de tristeza...Feliz inicio de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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