Esa mujer admirable, adorable, con la filosofía por delante, con esa sonrisa, riéndose de si misma, su nombre, Margarita, ese sentido del humor, fue la única forma de aferrarse ante su dura enfermedad, fue una mujer maltratada por su propio marido, en aquellos años, de una España difícil, nunca supo ser una adelantada a su tiempo, porque no la dejaron, no le permitieron, sus hijos nunca supieron darle ese cariño que ella necesitaba, pero su humor, hizo que Marga lo hiciese todo más fácil, con los años le llego, la soledad, el olvido, y la partida hacia su otro mundo, hoy, es mi otro ángel de la Guarda, que esta allí, observándome y enviándome, esa luz, mi luz...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario