La conocí una tarde de invierno, en casa de mi tía, era una señora educada, culta, risueña, que había sido maestra por los pueblos de la montaña, junto a mi tía, de echo era su mejor amiga, nunca se casó tuvo un novio durante muchos años, se fue a la guerra, y ya no volvió, Eugenia continuo con su vida, sus paseos con sus amigas, sus salidas de ese sentido del humor, su forma de reírse de si misma, y la forma de contar sus anécdotas cuando hablaba conmigo y frente a mí, cuando comenzó con esos olvidos, todo comenzó a cambiar, se desorientaba, alguna vez se llegó a perder, y al ir al médico con la chica que la cuidaba, le dijeron que tenía esa enfermedad del olvido, llamada Alzheimer, el proceso fue penoso y Eugenia tuvo que ser ingresada en un centro, el tiempo los años, y al final su partida, dejando a todos con una ausencia que nunca se podrá olvidar...Feliz noche de sábado para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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