Aquella Ursula de ojos verdes como el mar, y sonrisa de violeta, era un torbellino adelantada a su tiempo, rebelde, risueña con un sentido del humor inevitable, era una mujer de querer, de amar, de sentir, le encantaba de estar rodeada de sus amigas, de su gente, se enamoró de Vicente en aquella sala de fiestas, y se convirtieron en la alegría personificada, de ser los mejores en las formas de la sonrisa hacia los demás, Úrsula era una mujer muy especial, muy sentimental, todo el mundo la quería, la admiraba, la idolatraba, fueron años intentos de momentos especiales, que terminaron con esa enfermedad del olvido, que tras años ejercitando la mente, todo fue en vano, hace unos días, se fue a su mundo, y allí seguramente hace que los Ángeles sean su protección en una vitalidad...Feliz martes para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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