Con cuanto amor, llena de aroma, de abrazos, de besos, de sonrisas, ella, de nombre, Priscilla, con ese don de gentes, llegó un día a la ciudad, y comenzamos una bonita amistad, nuestras charlas de aquel porque, esas vivencias, su vida, mi vida, el amor de verdad por Alex, su pareja, sus hijos, Manuel y Bruno, los nietos, Alex, Sergi, Víctor y Alba, esas tardes de un verano inolvidable, los momentos en la piscina, ese sol, acariciando nuestro rostro, cuanto sentimiento, que bonita amistad, cuanto duende, cuanta complicidad, la esencia, la fragancia de paseo en el jardín, los segundos de chistes, el sentido del humor, la maravilla de ese renacer, hasta que con el tiempo, los años incorporados llegó a su mente la enfermedad del olvido, y Priscilla, se dejó del mundo, de la existencia, y se fue a ese centro de ese cielo, donde es ese ángel de la guarda, que vela, que está en nuestro corazón...Feliz jueves para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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