Javier es mi amigo de hace muchos años, tenemos una amistad sumamente especial, tenemos esa química que es como si nos conocieramos de siempre, cuando su madre, Aloa, comenzó con los olvidos, todo fue una complicación para su familia, porque se desorientaba y se iba de casa y no la encontraban, decidieron ingresarla a un centro, allí estuvo el resto de sus días, para mi Aloa, era una mujer muy especial, la quería como si fuese mi propia madre, me daba consejos, me decía, charlaba durante horas, tenía un excelente sentido del humor, todavía escucho las sonrisas sonoras de Javier, mi amigo, porque amaba a su madre con locura, y le daba toda clase de mimos, el día que se fue a su mundo del otro mundo, Javier, lo paso mal, y yo estuve allí, para darle todo mi cariño, Aloa, perdió esa mente, y ni tan siquiera conoció a Javier, sólo nos queda esa mujer especial en nuestra mente...Feliz jueves para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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