La recuerdo cada momento de mi vida, era una mujer trabajadora y muy agradable, un día vino para Aragon de su Sevilla natal, y se instaló con su familia en nuestra ciudad, allí nacieron sus nietos, y ya se sentía aragonesa, ella luchaba sin mirar atrás, su marido Martín siempre a la altura de todas las circunstancias, emprendedores sin miedo a nada, Catalina en sus ratos libres le gustaba de sentarse en ese banco del barrio junto a su casa, allí yo me sentaba y compartíamos momentos, con los años, Catalina se fue deteriorando en su salud hasta que llegó a ese olvido que la llevó a su final...Feliz fin de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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