El rumbo de Apolonia, que fue un ángel en su vida, le encantaba de ayudar a los enfermos, a los necesitados, a las personas con discapacidad, a esos hijos de un Dios menor, les daba cariño, protección, sensibilidad, nunca olvidaré a una mujer como ella, auténtica, transparente, única, cuando le llego el olvido en su mente dejo de ser, de vivir, y ya nunca volvió a nacer...Feliz fin de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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