Esas charlas con Diego, veinte años atrás, en aquel banco de ese parque fueron esas mañanas cuando el verano se acercaba y la inspiración se sentía en el ambiente, Diego era amigo de papá, hombre sereno, con esa filosofía de vida su esposa Amparo lo era todo para él, y sus hijos, Martin y Alfredo eran esa familia que eran ese apoyo para ella siempre, más tarde la llegada de sus nietos, Darío, Alejandra y Adrián terminaban de ser esa gran familia, con los años, la enfermedad del olvido, y la oscuridad llegó a su vida y Diego dejo de renacer para olvidar en su propio olvido...Feliz inicio de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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