Recuerdo a Juana esa amiga de una tía, en ese comedor las dos cosiendo frente a frente y la radionovela sonando de fondo y esas charlas amenas de una complicidad serena, que adivinaba un tiempo de una azúcar prolongada, Juana era auténtica, tenia un encanto especial, casada con Mariano el hombre más bueno y feo a la vez del mundo, era gracioso divertido formaban un matrimonio peculiar y enamorado, no tuvieron hijos, cuando él murió, ella quedó en el pueblo y con los años se fue a una residencia y la enfermedad del olvido llego a la mente de Juana para olvidar otro tiempo perdido...Feliz martes para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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