Con los ojos cerrados, en esa cama de su habitación en el centro de enfermos de Alzheimer, allí estaba Carlos, a sus noventa tenia esa enfermedad del olvido, y su mente, y su memoria fueron algo que tuvo en otro ayer, hoy solo vive sin vivir, sin conocer, sin saber su nombre, su origen, su destino, Carlos fue marinero durante años en un barco pesquero, su vida fue la aventura, la rebeldía, adelantado a su tiempo, se fue a vivir con Anna, sus hijos, sus nietos, los años, y una oscuridad sin retorno...Feliz sábado para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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