Aquel Hilario, sus paseos por el parque con su amigo Juan, las charlas en esa cafetería cada tarde de un invierno con sabor a fragancia, recordando su trabajo en la mina, su esposa Sara, sus hijos, Juan, Oscar y Encarna, sus nietos, Mario, Adrián, Julia y Noemi eran su vida, su motivo para ser feliz, los años, la enfermedad del olvido y otra vida de Hilario en su otro cielo...Feliz inicio de semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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