El sueño de una balada, para esa pareja que bailaba en su juventud, al son de esa balada, había tanto amor, había tanto sentimiento, tanta alma, en aquel baile, eran Antonio y Adela, dos enamorados de la vida y del encanto de alguna magia, los dos se idolatraban, se admiraban, susurraban al oído ese te quiero el uno al otro, y el fuego estallaba, y el duende permanecía, y todo volvía a comenzar, eran esa soledad en una, eran esa pareja feliz, los años hicieron que cuando Adela se fue en su vejez, Antonio entro en una espiral del olvido, y una mañana partió a su cielo, hoy los dos siguen bailando, y los Angeles escuchan la balada...Feliz viernes para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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