Recordando a Leonor, mi vecina, de tantos años, y una señora discreta, amiga de sus amigas, siempre de paseo, con aquella amiga, llamada, Juana, las dos, era inseparables, vivía, con su hija Marí, su yerno, y los dos nietos, y Leonor, disfrutaba de todos ellos, se daba sus vueltas, alrededor del barrio, solíamos charlar, de vez en cuando, los años, se iban sucediendo, y ella siempre, solía, estar muy bien, de salud, pero, al fallecer, su amiga Juana, todo comenzó a cambiar, para Leonor, todavía iba a caminar, pero desde la primera caída, su cabeza, ya comenzó a fallar, y el Alzheimer, apareció en su vida, ya no conocía, la paseaba su hija, en la silla de ruedas, y ese deterioro físico, la llevó, a un final, como la crónica de una muerte anunciada, nos quedará ese recuerdo, de una señora discreta, hoy las dos nos envían esa luz, y esa divinidad, desde ese cielo azul... Feliz semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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