Ramón fue a trabajar de Huelva, su ciudad, hasta Madrid, como funcionario en los primeros años, de la guerra civil, allí plantó sus raíces y conoció en aquellas oficinas a Amaya tenían los dos veinte años, y una vida por delante llena de ilusiones, el problema fue la guerra, que Ramón tuvo que ir al frente, y Amaya, sufría creyendo que algo le ocurriría, terminó la guerra, y a pesar de los sufrimientos vividos, se casaron y formaron su familia, unos años después, Amaya murió por una desagradable enfermedad, dejando a Ramón viudo con dos hijos pequeños, pasado un tiempo, él conoció a Sofía y volvió a casarse, se sucedieron los años, y Ramón ya en su tercera edad comenzó con olvidos hasta que una tarde se desoriento y sus hijos, lo ingresaron en un centro, hoy Ramón es un alguien, en la nada de su memoria... Feliz día de jueves para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer de Huesca.
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