Día a día de Enrique, tocado por esa enfermedad del olvido, desde hace seis años, esta en ese centro, allí pinta, recrea su mente, sonríe, recibe la visita, de sus dos hijas, Alicia y Angela, que lo pasean, él no las conoce, pero se siente bien, al verlas, Enrique cumplió los ochenta y dos, y se siente bien, a pesar de no recordar, y de no volver a ser, hoy es una lucha continua, contra esa enfermedad, que con las nuevas técnicas, se irá aminorando, y el enfermo podrá mejorar un poco más, y todo se irá desarrollando, con mejor perspectiva... Feliz semana para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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