Lagunas de incertidumbre, bajo las inmensidades, que plasman, algún recuerdo fugaz, y está tarde de una calor de un casi verano, la señora Marisa paseaba con su hija, como una desconocida, ella, Sandra sufría de ver a su madre, y de no poder contarle, decirle, añoraba esos abrazos, los besos de esa persona que le dio la vida y siempre estuvo a su lado, en las marismas de toda una existencia, Sandra desearía que su madre regresará al recuerdo, y se miraran frente a frente, se abrazaron, y se dijeran la poesía de una misma esencia, pero ya todo es un pasado quedado en una partícula, en el centro del desierto.Feliz tarde y noche amigos y familiares de enfermos de Alzheimer.
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