En aquella casa, pérdida entre las montañas, vivía Eustaquio con su nieto Almagro, el muchacho había quedado sin padres, porque perecieron en un accidente, los dos vivían ajenos a ese mundo real, el abuelo hacia un tiempo que su mente ya no le acompañaba, la memoria desapareció y la enfermedad del olvido fue el centro de esa olvidada vida el nieto tuvo que llevarle a un centro y allí termino sus últimos días. Feliz tarde y noche para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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