Aquel señor, aquel encantador hombre que un día pasó por mi camino, se llamaba Joaquín, era de esas personas que quieres tener en tu circulo de amistades, llegó a la ciudad, con motivos de trabajo con su esposa, Nuria, y sus dos hijas, Marisa y Laura, hicimos amistad mi familia con su familia, durante años, Joaquín era una felicidad andante periodista, escritor, y un culto de las palabras, con Nuria, solían dar esos paseos por la orilla del mar, en esos veranos, era adelantado a su tiempo, a su momento, aquel señor, un señor, esa simpatía, ese saber ser, le recuerdo al fondo de mi alma, de mis pensamientos, de mis charlas, de hablar de lo divino y de lo humano, transmitía tranquilidad, positivo en todos sus actos, amante de la lectura, amante de la cultura en general, más tarde llegarían sus nietos, Nicolás y Aroa, encantadores e inteligentes, Joaquín era un reflexivo de los placeres de ese alrededor, cuando paso el tiempo, se sucedieron los años, comenzó con los olvidos, con las miradas entre perdido y nunca encontrado, Joaquín ya no volvía a ser, esa enfermedad del olvido, le hizo olvidar sus recuerdos, las esperanzas de otras horas de un ayer...Feliz inicio de semana, para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.
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