WALTER...

Walter siempre estaba en ese jardín cada mañana de primavera, su rostro era alegre, transparente, y su porte elegante, era muy amigo de un familiar, y ya llevaba varios años, retirado de su trabajo, y pasaba sus momentos, paseando a sus nietas, que eran su debilidad, yo tuve una amistad muy especial con él, me encantaba charlar con esa simpatía, que me transmitía, Walter, llegó un día de su Londres natal, porque le encantaba el clima de España, y aquí se quedó porque el amor, le traspaso todos esos límites, se enamoró perdidamente de Sara, una persona maravillosa, un día Walter, comenzó a repetir las palabras, y seguidamente la enfermedad del olvido, hizo mella en su mente, tras unos meses ingresado, Walter, se fue a su divinidad, y nos quedó su inolvidable sonrisa... Feliz tarde para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.