AQUELLA ABUELA DE MARISA....

La recuerdo en muchas ocasiones, mis visitas a la casa de la Señora Pasca, se llamaba, Pascasia un hombre extraño y con un hilo de misterio a la vez, ella era una anciana muy entrañable, te miraba, con una mirada de ternura, siempre con esa sonrisa en los labios, vivía con su hija, Maria, y Marisa por circunstancias familiares, se había criado con ellas, me daban mucho cariño, la Señora Pasca, se hacía querer, la dulzura era el sello de su identidad, a sus casi cien años, esa enfermedad del olvido, se fijó en ella, y pronto se la llevó a su nuevo mundo, para mi siempre estará allí, en el baúl de mi juventud con un recuerdo añorado para mi...Feliz domingo para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.