En la cordillera del recuerdo, en esa sala de ese centro, Gonzalo esta sentado y tiene esa mirada perdida, que no va ha ninguna parte, de repente llega la monitora y él y sus compañeros comienzan a dar palmas, y suena una música clásica, y unos segundos después llega Tob, un perrito retrier y el rostro de Gonzalo y los demás, cambia, sonríe, acaricia al animal, y parece que el momento es de calma, de ilusión, Gemma la monitora les enseña juegos, para que ejerciten su mente y esa enfermedad sea más agradable dentro de su olvido,Gonzalo esta contento, su mirada perdida se ha convertida en otra mirada directa...
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