UN CAMINAR SIN CAMINO...

Un caminar sin camino para José Maria que se sentía perdido, ante aquella enfermedad del olvido, y se quedó sin recursos, con abismo, con miedo, desorientado, sin conocer a sus hijos, a sus amigos, deambulando sin encontrar ese norte, con esa tristeza acumulada, sin palabras, José Maria, había sido un pirata en el centro del mar, un duende en el paraíso, con ese rostro de un todo terreno en los albores de los rincones de la experiencia, y en ese camino a sus casi noventa, terminó su camino, para comenzar a caminar en esa puerta del cielo...Feliz tarde para los familiares y amigos de enfermos de Alzheimer.